Siglo XXI, año 2023 y aún hoy niños y niñas preescolares de sectores rurales de la comuna de Futrono no asisten a clases.
El problema que denuncian las apoderadas: la falta de transporte escolar para llevar a los niños desde lugares como Cerrillos, Chollinco, Llifén a sus recintos educacionales, por lo que en algunos casos derechamente han optado por no ir al colegio.
Andrea González, apoderada de una niña de siete años que este lunes debió caminar tres kilómetros para llegar a la escuela, conversó con Grupo DiarioSur y comentó que “Nos comunicaron que nos habían disminuido los fondos y no alcanzaba para el transporte de los colegios rurales”, fue la explicación que dio el Departamento de Administración de Educación Municipal de Futrono a los apoderados de la escuela Los Cerrillos para que este año sus hijos no cuenten con transporte escolar.
“Mi hija es la que vive más cerca. Son 17 niños, de los que el que vive más lejano, tiene que caminar como seis kilómetros más o menos” precisó la apoderada.
Es importante aclarar que, hasta este año, un furgón escolar se encargaba de pasar a buscar a los distintos estudiantes, el cual se espera que sea repuesto antes de que comiencen las lluvias.
Situación que se ha alargado más de lo esperado y la solución no llega.
“Primer día de clases y le tocó caminar a mi hija. Creo que así será por marzo o quizás el resto de año. Son varios kilómetros que todos los alumnos de la Escuela Rural Los Cerrillos tendrán que hacer todos los días para poder estudiar, para nuestras autoridades no es relevante designar recursos para transporte”, fue la dura crítica de esta apoderada.
A ello agrega: “Quizás muchos de los apoderados tuvimos que pasar por lo mismo y sabemos lo que es llegar empapados de agua al colegio o con nuestras manos congeladas del frío, de un sector cordillerano donde la lluvia y el frío es más intenso. Estamos hablando de niños de 5 a 12 años que tendrán que caminar solos por bosques, cerca de ríos y subir cerros... ¡Qué impotencia!”
En tanto, la apoderada Adelina Retamal vive una situación similar. Ella tiene dos casos para los que necesita solución: su hija pequeña y una hermana que tiene Síndrome de Down.
“Mi hija asiste al jardín infantil “Los Pumitas” en Futrono y mi hermana que es del sector Mariquina estudia en el nivel básico 5 del colegio José Manuel Balmaceda. Nos avisaron que este año no tendríamos locomoción para los niños por problemas de presupuesto y que se estaban haciendo las gestiones para encontrar una solución”, señala.
Lo que tiene más preocupada a esta apoderada es que no han tenido respuesta de ningún nivel. “De hecho, este viernes esperamos reunirnos con el DAEM de Futrono para encontrar una solución. Desde este mes no contamos con el servicio de transporte que para nosotros es de mucha utilidad”, agrega.
Adelina informa que los apoderados de los niños de educación preescolar están en la incertidumbre. “Yo hablé con la profesora de mi hija y me señaló que no había presupuesto para nadie. En el fondo, nadie nos ha dado una versión oficial del tema. La información que tenemos es de acuerdo a lo que hemos ido preguntando y con la ayuda del concejal Sergio Solís”, informa.
-Este es un tema de permanente preocupación para ustedes…
“Por supuesto. Y además, no hemos podido plantear esta situación que no sólo me afecta a mí, sino que a muchos apoderados. No se nos ha dicho si esto se puede arreglar, si tendremos alguna solución, nada”.
“Mi hermana tiene Síndrome de Down y asiste al curso de inclusión que tiene el Colegio José Manuel Balmaceda. Mi mamá fue a preguntar y se le dijo que, supuestamente, los niños con discapacidad tenían prioridad, pero sólo en el área urbana de Futrono. Mi hermana por no vivir en la ciudad no tiene derecho a ir al colegio”.
-¿Cómo enfrentan la situación entonces?
“La mayoría no asiste al colegio. Mi hija va un par de veces al jardín porque nosotros la vamos a dejar y a buscar, lo que conlleva un gasto que no es menor y que muchas de las familias que viven en sectores rurales no pueden enfrentar. Incluso está el caso de un niño de Chollinco que simplemente no va al colegio porque no tiene cómo trasladarse”.
Retamal comenta que hay casos de padres que se han debido trasladar desde el campo a la ciudad porque no han encontrado otra solución. “Un furgón particular implica un alto costo que puede llegar a los cien mil pesos mensuales y para las familias es imposible costearlo”, agrega.
Muy afectada por esta situación está Amanda Rojas. Ella decidió no enviar a su niño al prekinder estos meses porque no puede costear un transporte particular.
“Este era el primer año que debía ir a prekinder a Futrono desde Llifén. No está asistiendo debido a que no puedo ausentarme de mi trabajo para trasladarlo a la ciudad. Tengo un sistema de turnos que me impide acompañarlo; entonces, nos hemos visto en la obligación de tomar esta determinación”, dice.
El transporte municipal esa vital para esta familia; de esa forma permitiría al niño iniciar su camino en la educación formal, algo que ahora se ha visto aplazado.
“El furgón es una enorme ayuda para nosotros. Somos muchos en la misma situación y a la espera de una solución. Estamos de acuerdo en que podemos cooperar, pero para mí es imposible encontrarle un furgón particular por los costos; además que el transporte llega hasta cierto punto de Llifén, no entra hacia las calles interiores. Imagínese en los días de lluvia en lugares como Chollinco”, destaca.
Rojas espera que el servicio sea repuesto para permitir a los niños asistir al colegio.
El director del Departamento de Administración de Educación Municipal de Futrono, Julio Jiménez, al ser consultado por Grupo DiarioSur sobre esta situación manifiesta estar al tanto de los hechos e informa que este viernes 24 de marzo a las 10 horas sostendrán una reunión con las personas que se han visto afectadas por la falta de transportes.
“Es una situación muy compleja, ya que el servicio de transporte escolar que funcionaba hacia esos sectores era financiado con recursos del Fondo de Apoyo a la Educación Pública (FAEP) los que en este año fueron recortados considerablemente”, responde.
El fondo FAEP está destinado a la recuperación y fortalecimiento de la educación pública escolar y parvularia, en todos sus niveles y modalidades.
Esta situación había sido dada a conocer por el DAEM a inicios de este mes. “Durante el mes de marzo del presente año no habrá disponibilidad de transporte escolar comunal para establecimientos municipales de la comuna de Futrono”, comunicó el municipio local.
“Por decisión ministerial dicho financiamiento ha disminuido sistemáticamente en los últimos años, situación que ha afectado a todas las comunas de Los Ríos”, se lee en el comunicado.
Se explica que en el 2018 dicho fondo aportó 464 millones de pesos para transporte escolar, en tanto para el 2022 dicho monto había disminuido a 170 millones de pesos, indicando que para el presente año hubo un nuevo recorte, aunque sin precisar la cifra, pero señalando que se imposibilita financiar el transporte escolar.
Ante este escenario, se aclara que con los recursos actuales se priorizará el traslado de estudiantes “en situación de discapacidad, aquellos casos que se encuentren en especial condición de ruralidad, aislamiento o imposibilidad efectiva para acceder a los establecimientos educativos”.
Además, el municipio realizó gestiones ante la Seremi de Educación porque el municipio entendía que no estaba en condiciones de solventar el gasto de traslado, por eso había que tratar de gestionar por otras vías.
Dese el Ministerio de Educación, reconocen las complicaciones que ha generado la disminución del FAEP y por ello se trabajó para lograr un aumento del 33% de este fondo para el 2023.
Julio Jiménez –quien durante esta jornada de miércoles se encontraba recorriendo la escuela de Isla Huapi- en todo caso reiteró la disposición y voluntad de seguir tratando el tema con los apoderados en busca de una respuesta adecuada. “Estamos viendo varias aristas porque los apoderados están pidiendo transporte para Futrono y eso es complejo. El nivel parvulario está completo y por lo mismo, estamos haciendo unas acciones para aumentar la capacidad de matrícula”.
Adelina, Andrea y Amanda tienen todas sus esperanzas en la reunión de este viernes, donde esperan encontrar una respuesta que les permita a sus hijos asistir al colegio.
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