En nuestra cotidianidad, vamos almacenando cargas energéticas que no nos corresponden necesariamente. Tensiones de objetos, de personas, de situaciones, que entorpecen nuestro vivir. En la cuarentena, al cambiar nuestra rutina, este proceso se vio intensificado en muchos casos. La ignorancia que nos producía el no saber, claramente nos llenaba de energía negativa.
Fue de esta manera, que el meditar recobró una cierta popularidad que había perdido. Es que liberar y utilizar estas fuerzas almacenadas a nuestro favor, es un proceso complicado pero necesario. Funcional a nuestra vida regida por un sistema que nos tensiona todo el tiempo. Los cansancios físicos, emocionales, mentales, son comunes en nuestro andar. Tal vez encontrar la forma de librarnos de todo, podrá mejorar nuestras vidas exponencialmente. La meditación es ese camino a elegir. Pero, ¿por dónde comenzamos? Hoy te traemos una guía digna de principiantes, para que puedas iniciar tu recorrido en este arte.
Primero tenemos que establecer las ventajas o beneficios que traerá una meditación concisa y constante. La salud emocional obviamente se verá aumentada. El estrés, las tensiones y la ansiedad, se verán aliviadas. La salud corporal también mejorará, mientras reducimos nuestra presión sanguínea o alivianar agentes depresivos. Al mismo tiempo, crearemos una voz interior, una conciencia, la cual nos hará la vida mucho más fácil, feliz y empática.
Una vez que decidamos comenzar este trayecto y estemos convencidos de sus validaciones, recién ahí nos proponemos establecer una rutina de meditación.
Primero hay que encontrar nuestra postura ideal. No tiene que doler, debe ser firme y cómoda y deberíamos ser capaces de quedarnos aquí durante el tiempo que sea necesario.
Una vez que encontramos esa tranquilidad corporal, comenzaremos con la meditación. Para iniciarnos en este arte, primero deberíamos recurrir a algún experto que nos dicte el camino. Ya sea de manera presencial o utilizando la tecnología de la actualidad. Las meditaciones guiadas pueden encontrarse en podcasts en Spotify o en Youtube.
Así como se trata de sentirnos tranquilos con los espacios, es necesario establecer una atmósfera acogedora. Las luces, la ventilación y los olores, son todas situaciones con las que nos debemos sentir a gusto. En cuanto a los aromas, los inciensos o los sahumerios, pueden ofrecernos una salida clara, inmediata y rica. La amplia cantidad de tipos de inciensos nos provee distintos beneficios diferentes para nuestra salud corporal y mental. Dependiendo de esos estilos, se activarán ciertos estímulos. Estas herramientas espirituales pueden generar situaciones románticas, como con los sahumerios a base de canela. Momentos antidepresivos, como con el jazmín. Relajantes como la lavanda. Todos estos olores purifican nuestro espacio para lograr meditar de la manera correcta. Al mismo tiempo, los inciensos al estar fabricados con productos naturales, son saludables para nuestro sistema.
Construir una casa, que nos albergue y nos de seguridad para meditar, es un proceso multisensorial que puede llevar tiempo; así como sentirnos cómodos en esta nuestra actividad. La constancia será fundamental. Encontrar nuestro momento justo y repetirlo rutinariamente. Pero estamos seguros que una vez que lo consigamos, nos cambiará la vida para siempre.
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