Fue el explorador holandés Jacob Roggeveen el que se encontró, por primera vez, con una isla llamada Rapa Nui un 5 de abril de 1722. Aprovechando que era Domingo de Pascua se le dio un nuevo nombre. Y es así como todos la conocemos hoy como la Isla de Pascua.
Desde entonces, y hasta nuestro días, esta enigmática isla, situada en medio del Pacífico Sur, ha estado rodeada de intensos misterios y leyendas milenarias que aumentan, mucho más, su encanto paisajístico.
Su principal atractivo: los moais
Cuando pensamos en la isla de Pascua la primera imagen que nos viene a la cabeza son esas gigantes esculturas de piedra que están repartidas a lo largo y ancho de su territorio. Aunque pocos lo saben, se llaman moais.
Alrededor de los moais se extienden numerosas leyendas, cada una de ellas más mágica y encantadora. Todas han sido rescatadas de las tradiciones orales. En realidad se trata de una manera más de honrar, venerar y perpetuar la memoria de los ancestros. No en vano, en la lengua local, su nombre completo es Moai Aringa Ora que significa "rostro vivo de los ancestros".
Anakena, la playa paradisíaca de la Isla de Pascua
Otro de los grandes atractivos de esta hermosa isla, son sus paradisíacas playas. Con una espectacular vegetación, fina arena y la temperatura del agua, constante en cualquier época del año, parecen rescatadas del mismo paraíso.
Sin embargo, de entre todas ellas, nos encontramos con Anakena. Es la playa principal de todo el territorio ya que, además de su belleza, sostiene el peso histórico de ser la que recibió a los primeros pobladores de Rapa Nui.
En la actualidad, Anakena es el punto ideal para disfrutar del mar en toda su plenitud, ya sea con un baño, un paseo o realizando cualquier deporte acuático como submarinismo, kayac o pesca. También resulta imprescindible visitar sus importantes restos arqueológicos.
Hanga Roa, la capital de la isla
El único centro urbano que existe en la isla se llama Hanga Roa. Cualquier gestión administrativa, cultural o economía está concentrado en esta ciudad. Además es donde residen la mayoría de sus habitantes. Sin embargo, al principio de ser habitada, los antiguos moradores ocupaban todo el territorio. Sería a partir del siglo XIX y con la llegada de nuevos habitantes, cuando los nativos fueron arrinconados a esta zona, dejando el resto de la isla deshabitada con el fin de explotarla económicamente.
Hanga Roa significa "bahía amplia". Cuenta con una importante oferta en restaurantes, hoteles, supermercados, tiendas y agencias de turismo. La mayor actividad turística se localiza en el paseo marítimo. Importante visitar la Iglesia de Santa Cruz, el único templo católico de la isla; el Jardín Botánico; el Mercado Artesanal y el Cementerio Tahai.
Después de 300 años tras su descubrimiento y con dos años cerrada, por causa de la crisis sanitaria del Covid, la Isla de Pascua volverá a abrir sus puertas próximamente para recibir la alegría del turismo mundial. Si estás planificando tu próxima escapada, no te olvides de este hermoso paraíso en el corazón del Pacífico. Te encantará.
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