Avances, oportunidades y grandes desafíos presenta la incorporación de la economía circular en la minería chilena hoy. Si bien hay progresos y las principales compañías del sector han incluido metas de circularidad en sus compromisos a mediano plazo, su desarrollo aún está en fase inicial y las empresas deberán cumplir un rol activo y trabajar en colaboración con diversos sectores para acelerar su impacto.
Así lo concluyeron los participantes del panel “Desafíos tecnológicos o modelos de negocio ¿Cuáles son los frenos para la economía circular en minería? realizado en el marco del encuentro Fast Forward Mining, organizado por Fundación Chile con el objetivo de movilizar la agenda de impacto en la industria minera en materia de desafíos de impacto social, económico y medioambiental.
Este fue moderado por Fernanda Valdivieso, Líder de Sustentabilidad de Fundción Chile, y contó con la participación de Lorena Ramírez, Enviromental Manager Minerals America de BHP; Jorge Sanhueza, Gerente de Desarrollo Sustentable de Codelco; Andreé Henríquez, Director ejecutivo del Centro Tecnológico de Economía Circular de la Macrozona Norte y Sebastián Herrera, Jefe de la División de Desarrollo Sostenible del Ministerio de Minería.
“Hemos definido ciertos focos estratégicos de circularidad, apalancándonos en la Ley REP, que fue un impulso importante para la industria, principalmente identificando nuestros aspectos claves como productores y como consumidores”, señaló Lorena Ramírez, Enviromental Manager Minerals America de BHP.
Jorge Sanhueza, Gerente de Desarrollo Sustentable de Codelco, en tanto, indicó que la compañía tiene entre sus cinco metas de sustentabilidad al 2030 el compromiso de reducir el 65% de sus residuos industriales sólidos: “Esto ha movilizado internamente a Codelco y estamos desarrollando una serie de pilotos, buscando cómo podemos reutilizar en otros usos ciertos residuos masivos como la escoria y el relave”.
Agregó que “estamos construyendo una mirada nueva que no es fácil porque llevamos mucho tiempo haciendo una minería que era lineal y cambiar al modelo circular es un desafío cultural mayor”.
En esa línea, Andreé Henríquez, Director ejecutivo del Centro Tecnológico de Economía Circular de la Macrozona Norte, explicó que para avanzar hacia una economía circular se requieren no solo transformaciones tecnológicas, sino también de los modelos de negocios, y que la circularidad permee a los distintos actores, como los proveedores, por ejemplo.
Con respecto a la innovación tecnológica compartió los avances del Centro que dirige: “Ya identificamos 170 tecnologías a nivel nacional con potencial de circularidad. Los desafíos que tienen para ser transferidas a la industria son, por un lado, inversión sobre ellas y, por otro, que realmente sean costo eficientes y puedan aplicarse”, indicó.
El trabajo con toda la cadena productiva y la construcción de líneas base fueron señalados como tareas pendientes para avanzar hacia una economía circular. “Estamos en un proceso de estandarización de data para las tres operaciones en Chile. Aún tenemos desafíos de toda la cadena productiva no solamente en nuestros residuos, sino en la forma en que adquirimos y en optimizar nuestros procesos desde el diseño”, dijo Lorena Ramírez.
Con respecto a la valorización de residuos, aún existen brechas importantes en las regiones donde operan BHP y Codelco, según señalaron Ramírez y Sanhueza: “Santiago concentra el 65% de las empresas que ofrecen valorización”, indicó la ejecutiva de BHP.
“La economía circular es una oportunidad relevante para los lugares cercanos. Si te alejas de la fuente empieza a no ser rentable económicamente. Tenemos que trabajar cada día más cercanos al territorio y las comunidades”, sumó Sanhueza.
Sobre el valor social que puede agregar el modelo circular a los territorios, Henríquez señaló que “cuando uno avanza en la economía circular y entiende que las acciones aisladas no resuelven todos los desafíos, estoy obligado a trabajar con otros actores territoriales. Estos van desde el gobierno, los proveedores, instituciones educacionales, etc. Le genera una mirada a la empresa en la cual para lograr circularidad tiene que trabajar con todo el sistema y, por el tamaño de las mineras, le permite ser un actor que mueve al resto del territorio”.
En ese sentido, los panelistas concordaron en que cobra especial relevancia el trabajo en alianzas, tanto con otras compañías mineras, como con actores locales, del sector público, academia, entre otros. “Creemos que es la única forma de lograr anticipar una economía circular en minería, porque en alianza uno logra integrar mejor la oferta, y buscar soluciones más globales y no uno a uno, que es muy poco costo efectivo”, concluyó Sanhueza.
Sebastián Herrera, Jefe de la División de Desarrollo Sostenible del Ministerio de Minería, por su parte, compartió la mirada desde el sector público a la temática y comentó las metas de circularidad presentes en la recién lanzada Política Nacional Minera 2050:
“A pesar de que hace poco se partió con los desafíos de la economía circular en la industria minera, si miramos la evolución, estamos en un punto de no retorno. En la Política Nacional Minera hay una serie de compromisos y el concepto de economía circular permea a casi todos ellos. Por ejemplo, en temas de agua, apuntamos a que se reduzca el uso de agua continental a un 5% al 2050, con la recirculación y el uso de agua desalada”, señaló.
El bloque de economía circular de Fast Forward Mining también contó con la participación de Alf Barrios, Chief Commercial Officer de Rio Tinto, quien expuso sobre la experiencia de la compañía trabajando en modelos asociativos para desarrollar soluciones innovadoras que aborden sus emisiones operacionales y de la cadena de valor.
Asimismo, Douglas Aitken, Líder de Investigación del Sustainable Minerals Institute International Centre of Excellence Chile, compartió experiencias de economía circular en diversas industrias y países, para recoger aprendizajes para la industria minera chilena.
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