“Hemos tocado todas las puertas y muchas se nos han cerrado”… “No se han hecho las diligencias que creemos son necesarias para encontrar a mi hijo”… “Ha pasado el tiempo y no se avanza. No sabemos qué hacer”…
Los testimonios de las madres, hermanas e hijas que han desaparecido en los últimos años en la Región de Los Ríos se repiten.
Todos hablan de la necesidad de continuar las búsquedas, de seguir recorriendo campos, ríos y valles, de no perder la fe, de que se haga justicia.
Es el grito que se escuchó fuerte en Valdivia donde estas familias reunidas en la Agrupación de Madres de Extraviados en la Región de Los Ríos levantaron sus voces para hacerse notar en la comunidad local y de paso, ser escuchadas por las autoridades que tienen en sus manos los casos que, a estas alturas, aparecen como emblemáticos.
Es así como se reunieron en las cercanías del Terminal de Buses de Valdivia y enfilaron en una columna en dirección a la Plaza de la República donde reiteraron sus sentidas peticiones.
Patricio Muñoz Marabolí tenía 31 años aquel enero de 2023 cuando se le perdió el rastro en la localidad de Reumén, en la comuna de Paillaco.
Roger Lampert Ponce, sigue siendo buscado por su familia después de que fuera visto por última vez a 17 minutos de su casa, un 6 de junio de 2022. No hay muchos antecedentes de dónde se podría buscar. Pocos datos útiles, sí muchos comentarios y –a juicio de la familia- nulos avances.
Mario Cárdenas Herrera (22) había sido llevado al área de urgencias del Hospital Base debido a una crisis producto de una patología mental que sufría. Desde ese lugar se escapó con rumbo desconocido. Su familia se enteró de algunos comentarios que indicaban que había sido visto en el fundo Angachilla. Desde el pasado 23 abril que no se sabe nada de él.
Ese mismo mes de abril, pero en el sector de Nontuelá de la comuna de Futrono, se perdió el rastro de Miguel Vera Segura (38). Intensas pesquisas de Bomberos, ONG SAR, GOPE de Carabineros no han logrado encontrarlo. A juicio de su hija, hay datos que se analizaron, pero los resultados se han demorado demasiado manteniendo a su familia en la incertidumbre.
Un caso diferente en esta agrupación es el de Cristian Cano. Él hombre con domicilio en Pelchuquín, San José de la Mariquina, permaneció extraviado durante cinco meses en los que no fue posible dar con él.
La familia recibió la peor de las noticias cuando fue encontrado sin vida en un río de La Unión. Su hermana contaría, posteriormente, que Cristian se trasladó hasta la comuna vecina caminando.
Los familiares de estos casos unieron sus voluntades y formaron la Agrupación de madres de extraviados en la Región de Los Ríos”, con la finalidad de tener mayor representatividad en sus gestiones ante las autoridades del Ministerio Público, Carabineros y Policía de Investigaciones.
Karin Cano, hermana de Cristian, tomó la vocería de esta agrupación. Ella recuerda día a día lo vivido con la desaparición de su hermano y por lo mismo, aporta con toda su fuerza y entereza para apoyar a quienes pasan por la misma incertidumbre.
“El objetivo principal de esta agrupación es que seamos escuchados por las autoridades para que, en el caso de que cualquier persona extraviada, sea hijo, padre, madre, hermano, sean buscados, como lo dice la ley que está durmiendo, sean buscados las primeras horas”, dice a Grupo DiarioSur.
“Buscamos ser escuchados por las autoridades y que hagan su trabajo como corresponde, no como hasta ahora. Hay muchos desaparecidos y no son encontrados, porque no son buscados, no son investigados”, agrega.
¿A qué se debe esa lentitud, según señalan ustedes, en las pesquisas?
-“Es porque se excusan en que la ley no la pueden ejercer porque falta corregir el artículo 14 de la ley 21.500 regula el proceso unificado de búsqueda de personas desaparecidas”.
(Nota de la Redacción: el artículo 14 señala: “En cualquier caso, el Sistema deberá contener las posibles hipótesis de la desaparición, considerando la edad, estado de salud, circunstancias familiares y personales, antecedentes psicológicos y/o psiquiátricos, patrones conductuales relevantes y cualquier otro factor pertinente para dicho objeto. Cada hipótesis orientará las primeras diligencias que se realicen dentro de una investigación, sin perjuicio de poder ser corregida si es que surgieran nuevos antecedentes en el curso de ésta”).
¿A futuro se pretende seguir con este tipo de actividades en apoyo a las familias?
-“Exactamente. Esa es la idea de nuestra agrupación, que conformamos en el inicio con cuatro familias, pero abarcamos toda la Región de Los Ríos. Ni Dios nos permita que le pase a algún familiar una desaparición. Ahora ya puede contar con la primera agrupación legalizada y la idea es construir un espacio físico para que las familias puedan sentirse acogidas, tengan apoyo psicológico y jurídico gratuitamente”.
¿Esperan tener más personal especializado en búsqueda de personas?
-“Claro, tener una brigada especialista en temas de desaparición, que cuente con todos los recursos, drones, perros, etc. Entonces, esa es la idea, ir más allá porque ya es suficiente con todo el sufrimiento y con todas las personas años perdidas aquí en Valdivia que nunca se han encontrado”.
Eloína Marabolí es madre de Patricio Muñoz, quien desapareció en Reumén. Ella también tomó la vocería del grupo y señala que “no he dejado puerta sin tocar, he ido de aquí para allá para encontrar a mi hijo. Agradezco a todos los que han sido parte de las búsquedas de Patricio, pero hasta el momento no tenemos antecedentes de dónde pueda estar”.
Comenta que “he sostenido reuniones con Fiscalía, las policías; en fin, en muchas partes y nada. A veces siento como ya no se avanza. Hemos tocado todas las puertas y muchas se nos han cerrado”.
Pero esta situación no amedrenta a esta madre. “Estoy haciendo las gestiones para ir al Congreso Nacional para dar a conocer mi caso y el de todos los que están sufriendo acá en la región. No me voy a quedar con los brazos cruzados”.
En medio de la marcha y acompañada de más personas, avanza María Herrera ella es la madre de Mario Cárdenas. Abrigada con un gorro de lana y una chaqueta, avanza en silencio con la marcha por Avenida Picarte.
Al lado de una fotografía de Mario, una de esas que se han hecho habituales en los medios de comunicación en el último tiempo. Las personas que ven las imágenes, hablan en voz baja e identifican el caso.
María Herrera desafiando el frío sureño indica que “el único dato que teníamos era que a Mario lo habían visto en un sector del fundo Angachilla. Se han hecho búsquedas por el lugar y no ha pasado nada. No se periciaron las cámaras de seguridad. Ya no sabemos qué hacer. En estos momentos no hay investigaciones, se estancaron el 9 de abril. Las búsquedas han sido esporádicas”.
“La familia vive una constante preocupación por no saber dónde está, por no encontrarlo durante tres meses. Hemos tenido que reclamar por todos lados para reiniciar las búsquedas de parte de las autoridades, porque nosotros como familia nunca nos hemos detenido”, declara.
-¿De dónde saca fuerzas para seguir adelante?
“No tenemos contención sicológica. Perder a un hijo de un día para otro es una tragedia enorme. Me da pena ver la foto de mi hijo en una pancarta. Dios me da fuerzas día a día. Él me da la fuerza para seguir adelante y esperando que nunca nadie tenga que pasar por esto”.
-Sigue entera…
“No estoy entera, me falta una mitad, pero aquí estoy para buscar a mi hijo”.
En la Fiscalía Regional de Los Ríos están al tanto de estos casos.
En comunicado enviado a Grupo DiarioSur señala que “Las causas por presuntas desgracias son investigaciones de la mayor relevancia para la Fiscalía Regional de Los Ríos y por ello el viernes de la semana pasada (26 de julio) las familias que participaron de la marcha fueron recibidas por la jefa de nuestra Unidad Regional de Atención a Víctimas y Testigos (Uravit) y por una abogada asesora de nuestra Unidad de Asesoría Jurídica para escuchar sus requerimientos y explicarles el estado de las causas”.
“Para investigar este tipo de casos, la Fiscalía de Los Ríos ha establecido un sistema de trabajo que estipula que, en cuanto se toma conocimiento de una denuncia de este tipo, el fiscal de turno instruye órdenes de investigar a la Sección de Investigación Policial (SIP) de Carabineros y a la Brigada de Homicidios de la Policía de Investigaciones, para que un grupo interdisciplinario se encargue desde el primer momento de establecer las circunstancias de la desaparición y realizar las diligencias necesarias para encontrar a la persona desaparecida”.
Indica, además, que se realizan operativos de búsqueda en los que participan grupos, brigadas y unidades especializadas de ambas policías, junto con Bomberos y organizaciones de la sociedad civil.
“También se solicita el apoyo en la búsqueda a la Delegación Presidencial Regional con sus drones y operadores. En el caso de las búsquedas acuáticas, se solicita la participación de la Armada, GOPE de Carabineros y del Departamento de Operaciones Subacuáticas de la PDI”, informa.
“Los familiares directos de las víctimas son derivados a la Unidad de Atención a Víctimas y Testigos (Uravit) de la Fiscalía Regional de Los Ríos para que reciban orientación y apoyo. Para ello, se asigna a un profesional de esta unidad para que tengan un contacto directo cuando lo necesiten”.
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