Una gigantesca roca cayó sobre la vía pública la mañana de este viernes 24 de mayo en el sector de Caunahue, en la ruta que une a Llifén con Futrono y terminó impactando un árbol que detuvo su trayectoria hacia el lago, y estuvo a metros de impactar una casa de veraneo. Afortunadamente no hubo lesionados, pero la situación vuelve a preocupar a la comunidad.
La caída de esta roca se produjo a las 07:45 horas, horario de alto tráfico, sobre todo de furgones escolares, buses provenientes de la zona precordillerana y también de Calcurrupe, además de quienes acuden hacia sus respectivos trabajos en Futrono, Llifén y alrededores.
El estruendo de esta roca, de aproximadamente 2 metros de altura y de varias toneladas de peso, se percibió a varios kilómetros a la redonda y provocó daños en el pavimento, dejando varias grietas y baches, uno particularmente grande que deberá ser reparado para evitar accidentes.
Hace pocas semanas y a sólo 500 metros de este lugar, una roca de menor tamaño cayó sobre un bus que transitaba en dirección a Futrono, y pese a que no hubo lesionados, fue el episodio que alertó a las autoridades comunales y de Sernageomin, respecto del riesgo que corren a diario quienes residen en las cercanías y también para quienes deben transitar por la única vía de conexión del sector cordillerano de la comuna, con Futrono.
En aquella ocasión, expertos visitaron la zona y este jueves presentaron un informe a la comunidad, indicando las zonas de riesgo y algunas medidas de prevención para residentes.
VECINOS PREOCUPADOS
Diario Futrono conversó con vecinos del sector, quienes indicaron que pese a estar “acostumbrados” al sonido de rocas que se desprenden del cerro, siempre mantienen la preocupación latente que “algún día” podría ocurrir una tragedia.
Uno de ellos es Germán Manqui, quien vive a sólo 30 metros del lugar donde cayó la roca. “Mi casa está muy cerca del cerro, pero no tengo miedo, ya estamos acostumbrados porque siempre han caído piedras, que más podríamos hacer”, dijo.
Mientras que para Neftalí Pitripan, residente hace aproximadamente 30 años y cuidador de la casa de veraneo donde estuvo a metros de caer la roca, dijo que, pese a no vivir con miedo, siempre es una preocupación pensar que “algún día podría ocurrir otra tragedia”, haciendo alusión a un hecho que ocurrió hace aproximadamente 20 años, a pocos metros del lugar, cuando una joven madre perdió la vida luego que una roca cayó sobre su vivienda.
“Estas últimas semanas han caído varias piedras y es peligroso porque por aquí pasan vehículos a cada rato y uno nunca sabe cuándo puede caer una piedra, no es miedo, pero si es una preocupación saber que esto seguirá pasando”, señaló.
“ESTO ES GRAVE”
Hasta el lugar llegó también el acalde de la comuna, Claudio Lavado, quien además de expresar su preocupación por una situación que considera “grave”, mencionó que ayer jueves personal de Sernageomin se reunió con la comunidad llifenina para informar los riesgos y medidas de precaución ante la caída de rocas. Respecto a este episodio, dijo que ya se informó a personal de Sernageomin y Onemi para que se tomen medidas.
“Informaremos a las autoridades regionales esta situación, la que considero es bastante grave, si hubiera pasado un vehículo habría una tragedia”, señaló.
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