La preocupante caída de piedras desde el cerro Huquecura de Llifén durante las últimas semanas, movilizó este lunes 6 de mayo a personal del Servicio Nacional de Geología y Minería (Sernageomin) hasta el sector, para realizar un estudio preliminar del estado del cerro y el eventual riesgo para la comunidad que reside y transita por el lugar.
Fue precisamente la caída de una piedra sobre el techo de un bus, a fines de abril, lo que alarmó a los vecinos, ya que de inmediato recordaron la trágica muerte de una joven hace aproximadamente 20 años, luego que su casa fue alcanzada por rocas que se desprendieron de una ladera.
La preocupación llegó también a la Municipalidad de Futrono, cuyo administrador municipal acompañó a los expertos del Sernageomin en el recorrido que realizaron por los puntos donde se han registrado desprendimientos de rocas.
“FALTA SEÑALÉTICA QUE INDIQUE LAS ZONAS DE RIESGO”
Diario Futrono conversó con la geóloga de la Unidad de Peligros Geológicos de Sernageomin, Paola Ramírez, quien dijo que actualmente trabajan en la elaboración de un informe con observaciones de lo visto en terreno, el que será entregado a la Municipalidad de Futrono en el transcurso de los próximos días, y que será compartido también con la comunidad a fines de mayo.
Ramírez dijo que, lamentablemente, por las características del macizo, no es posible tomar medidas de mitigación de tipo estructural que contengan la caída de piedras, debido a la altura e inclinación que presenta el cerro.
“Las obras de ingeniería para un cerro de esta envergadura son de muy alto costo porque es un cerro que tiene una altura cercana a los 800 metros. Es muy grande la inversión para evitar la caída de rocas”, puntualizó la experta.
No obstante, mencionó que se pueden tomar medidas no estructurales, como evitar la construcción de viviendas en zonas de caída de rocas, así como contar con señalética que indique las zonas de riesgo.
PREOCUPANTE AUMENTO DE VIVIENDAS EN FALDEOS
“Debería haber señalética que indique cuáles son las zonas de peligro de caída de rocas y de flujos (material formado por rocas y sedimento que al mezclarse con agua fluye ladera abajo, gatillado por lluvias intensas), porque todos deben tener presente el peligro que hay en el sector, vemos que cada vez hay mayor densidad de viviendas y eso nos preocupó bastante”, agregó Ramírez.
Por ahora, están ocupados en manteenr a la comundiad infromada respecto a riesgos y medidas de prevención, por lo que se reunirán con los vecinos para exponer el resultado de las observaciones realizadas en terreno.
Así también, llamó a la propia comunidad a colaborar a través del registro de caída de piedras, informando al Sernageomin o al municipio y, en lo posible, dejando marcas en las rocas con la fecha de la caída, de manera que ellos puedan asociar el desprendimiento con algún evento determinado, como temblores, lluvias intensas o cambios de temperatura.
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