Abundan reclamos por precios elevados, requisitos exigentes y mala calidad de algunas viviendas. Joven estudiante oriundo de Copiapó cuenta su historia.
El 24 de enero del 2022, la comunidad estudiantil de la Universidad Austral de Chile (UACh), tras el retorno a la presencialidad, emitió una carta manifestando su inquietud frente a una situación que se arrastra por décadas en la capital regional, los valores excesivos para alumnos que buscan arriendo.
En la carta dirigida directamente a la alcaldesa Carla Amtmann y a las autoridades comunales, el cuerpo estudiantil se manifestó ante los valores elevados de arriendo y medidas “nocivas” de parte de los arrendatarios hacía los estudiantes, como pedir liquidaciones de sueldo y contratos de trabajo con meses de antigüedad.
A esto se suma que una cantidad no menor de habitaciones, departamentos u otros alojamientos no cumplen con las medidas mínimas de habitabilidad de un hogar y así lo ha experimentado un joven copiapino, quien eligió a la perla del sur hace cinco años para iniciar sus estudios universitarios, y se ha llevado la peor experiencia arrendando una casa llena de moho en el centro de Valdivia.
Este martes 16 de enero de 2024, a las 12:00 horas, se conocerán los resultados de postulación a las universidades participantes en el Proceso de Admisión 2024 y muchos, de distintas ciudades de Chile, confirmarán a Valdivia como hogar de su nueva vida universitaria.
Es sabido que con la pandemia de Covid-19, los precios debieron aumentar. Así lo indica al menos la estadística de la plataforma inmobiliaria TocToc donde se aprecia un aumento del 26,6% en los valores de arriendo del año 2022.
Respecto del alza, el director de Río Cruces Propiedades y profesional del área del corretaje, Osvaldo Matus, entrega su visión a Diario de Valdivia.
“Se observa un factor de precios fuera de mercado para lo que es la realidad de otras localidades cercanas. Esto se debe a que Valdivia es una ciudad turística, pero sobre todo por ser considerada una ciudad universitaria. Causando que a mayor demanda y poca oferta, los precios siempre estén en alza”, comenta el corredor.
Las palabras de Osvaldo Matus se suman a la de los estudiantes en su carta del 2022 al señalar que el aporte de las distintas comunidades universitarias en la ciudad es crucial en materia de arriendos.
“En sectores como Isla Teja o lugares cercanos a universidades, la mayoría de las personas tienen sus pequeñas cabañas en el patio de sus casas para sacarles provecho, siendo una actividad bastante importante y lucrativa”, concluye el profesional.
Una grave situación es la que enfrentó el joven Anthony Melcort, estudiante de 22 años de la ciudad de Copiapó, quien se encuentra cursando arquitectura en la Universidad Austral de Chile hace cinco años.
El estudiante publicó un video en redes sociales a fines del 2023 contando su experiencia como inquilino de una cabaña por la que pagó 270 mil pesos mensuales en Valdivia. En el video, Anthony muestra las condiciones indignas en que se encuentra la vivienda y relata con pesar la frustrante circunstancia.
“Llevo resfriado mucho tiempo, donde estoy viviendo las condiciones del habitar están siendo muy malas”. “Todos los días es eso”, comenta Anthony mientras en el video se ven imágenes de las paredes húmedas y con hongos.
El video alcanzó 350 mil visitas en redes sociales y alrededor de 10 mil comentarios de estudiantes y personas que se identificaban con su situación o le mostraron apoyo.
En conversación con el Diario de Valdivia, Anthony relata su experiencia. “El drama en la vivienda comenzó con el frío, el arrendatario me dió un calentador a gas con un quemador malo y la cabaña estaba tan mal acondicionada que el calor se iba”.
Las instalaciones de agua estaban en mal estado. “A veces lavaba la loza y se comenzaba a gotear el techo porque la ducha filtraba hacía abajo, cuando comenzó a llover las paredes también goteaban”, expresa el inquilino.
Además, el estudiante manifiesta que el propietario de la cabaña tardó en darle las soluciones que le prometió, y en ningún momento consideró una disminución en el valor del arriendo por los inconvenientes que presentó su propiedad.
Victoria Monsalve Aparicio, cuyo corretaje de propiedades tiene una amplia trayectoria, comenta que la situación de los arriendos va más allá de lo que se puede apreciar.
“Es un problema a nivel nacional, en todo Chile está pasando este fenómeno. Nosotros aún tenemos departamentos disponibles a 800 mil pesos que no se logran arrendar. El mercado fijó los precios y para nosotros desde la corredora también es complejo el panorama”, expresa Victoria.
Según estadísticas, Valdivia se posiciona en el tercer lugar de las ciudades más caras de Chile. Y de acuerdo al índice de precios del Ranking de Costo de Vida en Chile, un arriendo de dos dormitorios y un baño está entre los 420 y 480 mil pesos.
Sin mencionar que los gastos de luz, agua y electricidad, hacen una sumatoria total aproximada de 35 a 40 mil pesos mensuales para una persona. Es decir, un arriendo con las condiciones mínimas de comodidad en Valdivia puede llegar a costar hasta 500 mil pesos.
Respecto a la situación, Victoria Monsalve comenta. “Debemos situarnos en la inconveniente situación de que con un sueldo de 800 mil pesos, una persona puede acceder a un arriendo de 280 o 290 mil pesos, lo cual es muy difícil y escaso”.
Situaciones como las de Anthony Melcort dejan en evidencia que desde que se emitió la carta de la comunidad estudiantil de la UACh, no mucho ha cambiado, ni los precios, ni las condiciones de las viviendas.
Para el año 2015, el sitio web Coste de la Vida estimó que una vivienda con dos habitaciones en Valdivia costaba alrededor de 250 mil pesos en una zona de clase media. Hoy, ese monto cubre aproximadamente la mitad de lo que puede costar el arriendo de una propiedad.
Si bien los valores son fijados por el mercado, gran parte de los ingresos de habitantes valdivianos son a expensas de los y las estudiantes de distintas universidades que llegan cada año en búsqueda de arriendo.
“Un porcentaje grande de valdivianos vive a base de cabañas o pensiones. Arrendar un dormitorio a estudiantes es una forma de sustento”, concluye Victoria Monsalve.
En la carta emitida por los estudiantes, se propuso que una de las respuestas del municipio ante esta problemática podría ser la realización de una “Casa Estudiantil Municipal”, donde los alumnos pudieran vivir dignamente, a través de postulaciones reguladas por la situación socioeconómica de cada persona.
La comunidad académica pidió también a los propietarios flexibilizar las medidas de arriendo y disminuir los valores para estudiantes, destacando el gran aporte que los estudiantes significan para la ciudad. No obstante eso queda a criterio de cada propietario.
La mayoría de los arriendos a universitarios se realizan de manera informal y por lo mismo, varias de las viviendas son propiedades no regularizadas por ningún organismo.
La UACh cuenta actualmente con siete residencias: Hogares Huachocopihue, Hogar Licarayén, Hogar Leiva Mella, Miraflores, Hogar Aysén, y Hogar Elena y David. Anthony era parte de una de estas residencias antes de la poandemia y debía pagar 120 mil pesos de manera mensual. Los cupos son escasos y dependen del nivel socioeconómico.
Actualmente Anthony Melcort vive en otra cabaña, con una mejor aislación térmica dentro del mismo circuito de viviendas del propietario previo. Aunque su situación continúa no siendo la más óptima.
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