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Mariquina: 170 años como comuna y miles de historia desconocida

Por Pablo Santiesteban / 7 de diciembre de 2020
El templo de San José de la Mariquina data de la década de los 40 y se levantó luego que el anterior fue consumido en 1946. La comuna es tierra de misioneros desde la época de la conquista.
[#HistoriasDiarioSur] El 7 de diciembre de 1850 se funda la ciudad de San José de la Mariquina. Antes de la llegada de los españoles era el centro de importancia de lo que hoy es la región de Los Ríos.
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San José de la Mariquina cumple este 7 de diciembre 170 años de historia desde su fundación en 1850. Pese a esta fecha, la historia de la comuna es mucho más antigua y, es probable, que en la época prehispánica el valle haya sido el centro político, social y religioso más importante del mundo mapuche huilliche en la futura Región de Los Ríos.

La historia de la comuna, previa a la fundación de la ciudad, se relaciona mucho con la fuerte presencia huilliche, la posterior llegada de los españoles, la instalación de los lavaderos de oro Madre de Dios y la creación del fuerte español de río Cruces conocido actualmente como el Fuerte de San Luis de Alba de Cruces.

Cabe recordar que Ainil -la futura Valdivia- era sólo un poblado huilliche y que el valle de Mariküga era el corazón de la región. Mariquina (o Mariküga en mapudungún) significa “diez linajes” o “diez familias”.

EL HOMBRE DE CHAN CHAN

Arqueológicamente hablando la comuna de Mariquina resulta interesante, pues hay vestigios antiguos de presencia humana en la zona, tal como cerámica y puntas de flechas de grupos que presumiblemente fueron cazadores y a fines del siglo XX, en el sitio arqueológico de Chan Chan, se descubrieron los restos de un hombre joven, hallazgo de los arqueólogos denominaron “el hombre de Chan Chan” y cuya data sería de 5.300 años antes de Cristo. Todo esto habla de la antigua presencia huilliche lafquenche en el valle y el desarrollo de una cultura alfarera.

Según la obra de Salustio Saldivia, “Mariküga, entre historia y memoria”, en la zona que hoy es Mariquina se formaron aldeas, apareció la agricultura y el comercio de productos como el tejido, la alfarería y otras materas primas. Estos hallazgos arqueológicos corresponden al periodo Agro alfarero, que en la Región de Los Ríos se divide en Alfarero Temprano y Alfarero Tardío.

El profesor Saldivia especifica que en Mariquina existen registrados una cantidad significativa de sitios alfareros tanto en la depresión intermedia como en la costa. Los más destacados son los sitios arqueológicos de Puile, Santa María, Puringe Pobre y Chan Chan. Además identifica los sitios registrados del Periodo Alfarero en Mariquina: el Sitio Maiquillahue en Maiquillahue, el Sitio Tren Tren al sur de Chan Chan, el Sitio Tren Tren al sur de Chan Chan, el Sitio Playa Alepúe 4, 5 y 6 en Alepúe, el Sitio Alepúe al sur de Mehuín, el Sitio Chan Chan 1 en Chan Chan, el Sitio Mehuín en Mehuín, el Sitio Puile en San José de la Mariquina, el Sitio Santa María en Cruces, el Sitio Castillo San Luis de Alba en Cruces, el Sitio Pelchuquín en Cruces, el Sitio Rivera en San José de la Mariquina, el Sitio Bellavista en Cruces y el Sitio San José de la Mariquina en la misma ciudad de San José.

Como la cultura mapuche huilliche no tenía escritura lamentablemente no tenemos registros de lo que ocurrió en los años antes de la llegada de los españoles.

LLEGADA DE LOS ESPAÑOLES

En octubre de 1551 el conquistador Pedro de Valdivia llegó al valle de Mariquina y con la ayuda de un joven mapuche llamado Alicán, pudo tomar contacto con lo caciques de la zona y levantó un campamento junto al río Quepe (hoy Cruces). Como los huilliches se dieron cuenta que Valdivia y sus hombres pretendían quedarse en sus tierras les presentaron batalla el 3 de diciembre de 1551, hecho que el historiador Encina llamó en su Historia de Chile la Batalla de Mariquina.

El cronista español Pedro Mariño de Lobera relata así ese encuentro: “… salió con gran brevedad jente de a caballo y dando tras los bárbaros con toda furia. Ellos que nunca habían visto jente a caballo quedaron atónitos y mucho más con el estupendo ruido de los pies de los caballos que iban corriendo con gran velocidad y fue tanto el espanto que todos a una volvieron las espaldas encomendándose a la ligereza de sus pies”. El cronista relata que ese grupo en su huida se topó con otro ejército de indios que también huyó dejando sus armas por el suelo y que, movidos por el terror llegaron hasta un barranco que daba hacia un rio y, en medio del desorden, muchos cayeron por ahí y terminaron ahogados o con heridas tras la caída, otros fueron masacrados por los españoles que sólo se detuvieron hasta que llegó la noche.

Los españoles se asentaban junto a los ríos y Pedro de Valdivia quería llegar al río que le había comentado el marino Juan Bautista Pastene y que éste había descubierto en 1544. Así Valdivia dio con el poblado huilliche de Ainil y ahí fundó Santa María la Blanca de Valdivia el 9 de febrero de 1552. 

LA MINA MADRE DE DIOS

Durante el siglo XVI hubo una intensa actividad misional de la Iglesia Católica en todo el valle. Se cuenta que hasta el gran cacique Manqueante, que vivió en el siglo XVII, se hizo cristiano. Destacaron en esa misión los franciscanos que llegaron a ser muy queridos por los huilliches.

Según estudios del padre Gabriel Guarda, entre 1560 y 1561 se descubrieron los yacimientos de oro de Madre de Dios. Alegría y ambición para los españoles y esclavitud y muerte para los huilliches. Los encomenderos de Valdivia, que tenían a cargo a determinado grupo de indios para el trabajo agrícola y la evangelización de los mismos, fueron esclavizados para explotar el oro del yacimiento e hicieron padecer terribles aflicciones a los indígenas. Según los escritos de Góngora Marmolejo el trabajo en Madre de Dios “dio tantas viruelas a los indios que los sacaban y morían tantos de aquella pestilencia”. Fueron los franciscanos los que intercedieron por los indios ante el gobernador Francisco de Villagra y éste “mandó se dejase de sacar oro”, según relata el cronista español y que cita también el padre Gabriel Guarda.

Era tal odio al “milla” (oro) que habían adoptado los huilliches que en 1643, cuando llegan los holandeses a las ruinas de Valdivia, que el cacique Manqueante le advirtió a Elías Herckmans que su gente aún recordaba los pesares de la mina y que si pretendía instalar una colonia en Valdivia debía traer esclavos negros para tal faena, pero que no contara con su pueblo.

MARIQUINA COLONIAL

En 1599 se produce la destrucción de Valdivia y en 1645 se repobló bajo la supervisión del marqués de Mancera Antonio Sebastián de Toledo y Leiva. Es en esa época que se proyecta el camino de Valdivia a Concepción la que partía remontando el río Cruces y el río Cuyinhue, se desembarcaba en lo que hoy es la ciudad de San José y de ahí se seguía hacia el norte.

También se construyen fortificaciones en el valle de Mariquina, tal como el fuerte de Nuestra Señora de la Presentación de Tanacura en 1648. Hasta el propio cacique Manqueante apoyó la creación de un fuerte para protegerse del ataque de indios que eran sus enemigos. Posteriormente en 1649 se construye el fuerte de San Luis de Alba de Cruces.

El Parlamento de Mariquina de 1646 permitió la instalación de misiones y fueron los jesuitas los que reactivaron el trabajo misionero. Manqueante se bautizó cristiano y con él lo hizo la mayoría de los huilliches de Mariquina.

Según el padre Guarda, ya para 1767 con la expulsión de los jesuitas de todas las posesiones americanas, la Hacienda San José, de propiedad de esta orden, pasó a manos de los hacendados de la zona. En 1789 ya había un aumento de familias españolas o mestizas que vivían en  la zona pr haber heredado tierras de propiedad huilliche. 

El 7 de diciembre de 1850, el presidente Manuel Bulnes promulga la creación oficial del pueblo de San José de la Mariquina. Esa es su fecha de fundación aunque, como ya vimos, ya tenía mucha historia desde mucho antes.

MARIQUINA E INMIGRANTES

Según Paulo Pedersen en su libro "Historia de San José de la Mariquina (1551-1900)”, tras la llegada masiva de colonos alemanes se instalan las primeras familias llegadas a San José de la Mariquina. Los primeros fueron los Exss y Manns, a las que se agregaron numerosas familias alemanas que se dedicaron a la agricultura y crianza de animales. También crearon industrias, todo lo cual trajo innegable progreso en todo orden a la entonces Subdelegación de Mariquina.

Otras familias alemanas que llegaron al valle de Mariquina fueron los Schmidt, Meckes, Hilker, Spröhnle, Woerner, Ebner, Berkhoff, Fehlandt, Angermeyer, Hein, Kaechele, Cléricus, Weiss, Bopp, Wiedemann, Dietrich, Haverbeck, Mautz, Rademacher, Heinrich, y otros que durante los años 1872 a 1875 llegaron de la región alemana de Bohemia. Pero con la llegada de estos colonos también se produjo el repliegue de las familias huilliches hacia tierras precordilleranas o costeras.

En 1863 se fundó la misión de Pelchuquín por la orden Capuchina que muy pronto se transformó en un eslabón más de la actividad misional en la comuna.

MARIQUINA EN EL SIGLO XX

El primer alcalde de Mariquina fue nombrado en 1894 y fue Clodomiro Cornuy Molina. Ya en 1900 la actividad comercial estaba liderada por tres grandes tiendas comerciales, la de Clodomiro Cornuy frente a la plaza, la de los hermanos Manns en José Puchi esquina Acharán Arce y la de Gustavo Exss Manns.

Otro empuje al desarrollo de Mariquina fue la llegada del ferrocarril a Valdivia. El tren dentro de su avance hacia el sur, llegó a la comuna en 1905, momento en que fue bautizada con el nombre de estación Mailef. Esta estación está ubicada a unos 4 kilómetros del poblado de San José de la Mariquina.

La circulación de los trenes comenzó a decaer desde 1975, debido también a la construcción de la carretera panamericana que reemplazó a la línea férrea como única vía terrestre.

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