Dentro de la ganadería, la lechería tiene un importante rol en la producción de alimento a nivel mundial. Cada día son más los países que incorporan el consumo de leche en sus dietas, además de la producción de leche en polvo y sustitutos para bebés. Este aumento de demanda va ligado a una intensificación de la producción, lo que implica, o aumentar el número de vacas en producción, o hacer ésta más eficiente al aumentar la cantidad de leche producida por vaca en el menor espacio posible. Este aumento en la producción además requiere aumentar los recursos de manejo, alimentación, salud general, bioseguridad, etc. Leche de buena calidad solo puede provenir de vacas sanas, con una alimentación equilibrada y un manejo sanitario adecuado.
Dado que la leche es un producto destinado a consumo humano, ya sea en forma líquida, polvo, o derivados, necesariamente debe ser de la mejor calidad posible, sin residuos producto de mastitis, o residuos de antibióticos para garantizar la inocuidad alimentaria.
A nivel mundial se han reportado en los últimos años aumento de reacciones alérgicas a antibióticos y resistencia antimicrobiana en seres humanos debido a la presencia de trazas de antibióticos en pequeñas cantidades en la leche destinada a consumo humano. Alrededor del 30% de las alergias a medicamentos son alergias a antibióticos, y aproximadamente un 10% de los pacientes hospitalizados tienen antecedentes de alergia a la penicilina, además de posibles reacciones alérgicas cutáneas, urticaria, daño hepático, anafilaxia, incrementándose en personas con alguna condición de inmunodeficiencia o inmunosupresión.
Además de los efectos nocivos en la salud de las personas, la presencia de residuos antibióticos en la leche tiene repercusión en la producción de derivados lácteos como queso, mantequilla y yogurt, disminuyendo la acidez y sabor en la producción de mantequilla, reducción de la cuajada que afecta la maduración del queso, así como alteración en la población de bacterias lácticas implicadas en estos procesos.
Otro factor importante de considerar es la resistencia a los tratamientos antibióticos que genera el consumo constante de pequeñas cantidades de residuos de estos componentes, evitando que se pueda realizar un tratamiento eficiente cuando se requiere, pudiendo provocar en el peor de los casos la muerte del individuo o infección crónica por no contar con algún tratamiento. Adicionalmente se puede ver afectada la flora intestinal por una disrupción de la flora normal, generando problemas intestinales, que pueden derivar en otros cuadros clínicos dado que se perdió esa línea de defensa.
Las causas que pueden propiciar la presencia de residuos de antibióticos en leche, pueden ser: uso extendido o sobredosis del medicamento; registros errados del historial de tratamientos; no seguir las recomendaciones del fabricante, o no respetar los periodos de resguardo; error en los registros de vacas al secado que puedan implicar error en el tiempo terapia de secado, ordeñándolas antes de que cumplan el resguardo; ordeño de vacas tratadas por error que ingresan a la línea de leche; equipo de ordeña contaminado, entre otras.
¿Cómo podemos evitar la contaminación con antibióticos?: Ordeñando las vacas tratadas al final de la ordeña, y desinfectar bien las líneas luego de esto; descartar la leche contaminada; Identificar a las vacas tratadas para no confundirlas con las sanas.
Un factor a tener en cuenta: Independiente del periodo de resguardo de un tratamiento, los animales pueden metabolizarlo en distintos periodos de tiempo, lo que puede estar influido por la condición física y de salud del animal. Por eso la importancia de monitorear los animales finalizado su tratamiento, evitando cualquier posibilidad de contaminar el estanque completo.
Existen herramientas para detección de antibióticos en leche tanto en laboratorio como campo. Cada una de estas presentan su escala de detección de límites máximos de residuos (LMR) antibióticos permitidos según el país y Chile toma como referente los LMR las recomendaciones de la FAO/OMS en el CODEX Alimentario.
En Chile, AGROVET tiene disponible el SNAP DUO de IDEXX, que permite analizar la presencia de residuos de antibióticos Betalactámicos y Tetraciclinas en 6 minutos en campo, que permite al agricultor mantener el control del estado del estanque de leche, hacer un seguimiento de las vacas que están terminando su tratamiento y procederán a incorporarse al a rutina de ordeño, o para salir de las dudas en caso de que se haya ordeñado una vaca tratada en resguardo que por error entró a la ordeña. Es una excelente herramienta para asegurar la inocuidad del producto que se entrega, evitando las posibles pérdidas producidas por entregar leche contaminada, además de asegurar un producto de calidad para la producción de alimentos para consumo humano y la confianza de los consumidores. El SNAP de IDEXX detecta 16 tipos de betalactámicos y 4 tetraciclinas más sus derivados, no genera errores por presencia de células somáticas, grasa, proteína, pH, residuos de detergentes u contaminantes; se puede usar leche de vaca, cabra y oveja; puede ser usado en leche fría de estanque, camión o refrigerada, individual, pool, UHT, descongelada, esterilizada, reconstituida, descremada.
Puede consultar disponibilidad y servicio técnico con cualquiera de las representantes de Agrovet.
Ref: Alergia a β-lactámicos M. Antonieta Guzmán M, Jessica Salinas L, Paola Toche P Y Alejandro Afani S. Rev Chil Infect 2004; 21 (4): 285-298.
Resolución 1560 Exenta Fija Límites Máximos De Residuos De Medicamentos Veterinarios En Alimentos Destinados Al Consumo Humano Ministerio De Salud; Subsecretaría De Salud Pública Fecha Publicación: 11-Sep-2019 | Fecha Promulgación: 03-Sep-2019 Tipo Versión: Última Versión De : 16-Oct-2020 Ultima Modificación: 16-Oct-2020.
Resistencia Emergente A Los Antibióticos: Una Amenaza Global Y Un Problema Crítico En El Cuidado De La Salud Claudio Rocha1,A, Nathanael D. Reynolds1,B, Mark P. Simons1,B
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Autor: Jeanine Ibáñez Niklitschek, médico veterinario. Representante de Salud y Nutrición Animal, Agrovet.
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