Adhiriendo al llamado de la Asociación de Funcionarios y Funcionarias de la Junji, las trabajadoras del jardín infantil “Arcoiris del Lago” de Futrono paralizarán sus actividades durante cinco días a partir de este lunes 31 de marzo.
Además se han sumado a este movimiento los jardines alternativos en demanda de mejores condiciones laborales, luego de los nulos avances en las tratativas con la dirección de la Junji, señalan.
En una declaración enviada a los medios de comunicación se indica que “las trabajadoras de Junji son las que han subsidiado con su sacrificio la mala gestión directiva que, a nivel nacional y regional, ha generado condiciones insostenibles y contrarias a nuestro compromiso con las niñas y niños que atendemos y su derecho a una educación inicial de calidad”.
Agregan que la asociación Ajunji ha apostado por el diálogo con los representantes de la institución, para avanzar en el bienestar de los niños y niñas que atienden, pero entienden que los acuerdos logrados han sido incumplidos y en algunas materias ni siquiera se ha prestado la atención debida a los planteamientos.
“Con pesar, hemos llegado a la conclusión que la vía del diálogo se agotó, por lo que usaremos legítimamente la paralización”, aseveran.
Los puntos que denuncias las trabajadoras son: falta de financiamiento que impide cumplir adecuadamente con la labor formadora; abandono de establecimientos, falta de mantención, vandalismo y ocupación ilegal de jardines infantiles, lo que constituye un desperdicio de recursos públicos y un perjuicio para familias que dependen de Junji.
Añaden que la actividas presenta una “precarización laboral enfatizando que las y los funcionarios son los peor pagados del Estado. A esto se agrega la oferta de salarios indignos para profesionales que deben cumplir -bajo una abusiva modalidad de media jornada-la extensión horaria que resuelve los problemas de miles de familias en Chile”.
Además, recalcan que la intitución tiene condiciones laborales insostenibles que se hacen presentes en el deterioro en la salud mental y el clima laboral de los equipos.
“Estas situaciones son injustas y algunas incluso ilegales. Constituyen un brutal desconocimiento de las competencias, el compromiso y el esfuerzo que significa reemplazar al mismo tiempo a tantas madres jefas en un aula, siendo al mismo tiempo docente y atendiendo diversas necesidades especiales, acogiendo además los, problemas e inseguridades de niños y niñas”, indican las trabajadoras en el comunicado firmado por el directorio nacional de Ajunji.
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