Valdivia es una ciudad construida sobre y alrededor de humedales. Con los años y bajo el crecimiento de la ciudad han quedado expuestos a la falta de planificación urbana y el desconocimiento de su importancia social y ambiental de los tomadores de decisión y la propia ciudadanía, por lo que se visto la necesidad de realizar una serie de estudios respecto a la condición en la que se encuentran.
El último estudio, más grande y completo fue licitado por la Municipalidad de Valdivia y adjudicado por la Universidad Austral de Chile (UACh), y desarrollado a la vez por especialistas de la Facultad de Ciencias, Centro de Educación Continua (CEC) y Unidad de Gestión Ambiental de la casa de estudios, además de la Universidad Santo Tomás (UST) de Santiago, entregando la necesidad de priorizar tres grandes humedales de la ciudad, en base a sustento científico y social.
¿Por qué priorizar en la conservación de humedales? Los investigadores explican que proporcionan servicios ecosistémicos de gran importancia, esto quiere decir beneficios directos e indirectos para las personas, tal como purificación y drenaje del agua, regulación microclimática, reducción del ruido, reservorio de plantas medicinales y recreación, entre otros.
Humedales urbanos_registro Felipe Dreves.
Justamente la parte social – a cargo de las Ingenieras en Recursos Naturales María Ignacia Fuenzalida y Alejandra Carmona, ambas del CEC-UACh, marcó el punto de partida del estudio, considerando la percepción vertida en 426 encuestas con respecto a estos ecosistemas acuáticos, lo que permitió construir un diagnóstico social de los humedales urbanos y periurbanos de Valdivia. Algunos resultados indicaron que un 64,3% de las personas dice que los “humedales son un elemento irremplazable del paisaje urbano”; un 67,8% menciona que “los humedales son muy valiosos para la sociedad valdiviana”; muy por el contrario, los aspectos negativos marcaron los resultados más bajos, donde se compartió la afirmación que “los humedales limitan el desarrollo de la comuna” (2,6%) y estuvieron de acuerdo con “los humedales debiesen ser intervenidos para ser usados por el ser humano” (1,9%).
El Dr. Eduardo Jaramillo, académico de la Facultad de Ciencias de la UACh y Director del estudio “Catastro de humedales urbanos de Valdivia” comenta que lo importante de la investigación se resume en tres grandes aspectos: lo primero es “la obtención de un diagnóstico de la situación actual de los humedales de la ciudad, algo que no existía hasta ahora y que detalló la condición ambiental de 43 humedales dentro de la ciudad de Valdivia y la extensión y delimitación de los mismos, en base a estudios de sensores remotos llevados a cabo por el Dr. Fabio Labra (UST, Santiago) y corroborados por los estudios SIG de la Geógrafo M Gacitúa y vegetación acuática de las riberas de la bióloga Yessica Pérez (Unidad de Gestión Ambiental de la UAC”; lo segundo es que “este es un diagnóstico integral basado en estudio socioambiental que se inicia con las consultas a la ciudadanía y se continúa con estudios de calidad de agua, macrófitas acuáticas, fauna de invertebrados, peces, anfibios, avifauna y mamíferos acuáticos, conectividad y fragmentación de humedales y variabilidad en la altura del espejo de agua”, resumió el especialista. Lo tercero y más relevante es la selección de tres grandes sistemas de humedales para ser priorizados en políticas de conservación de los humedales de Valdivia.
Los sistemas de humedales que prioriza el estudio, son el que se observa al ingresar por el sur a la ciudad de Valdivia, conocido como Llancahue – Santo Domingo – Las Gaviotas; el segundo del sector Mulatas – Miraflores; y el tercero el humedal Angachilla. ¿Por qué solo se priorizaron tres humedales de los 43 estudiados? El investigador de la UACh explica que solo en esos tres humedales hay movilidad continua de agua, “que es muy importante, porque asegura el flujo continuo de sedimento en los humedales y la oxigenación de las aguas. Además, en esos tres humedales hay una biodiversidad alta de especies, incluyendo plantas acuáticas, peces y avifauna”.
Esto no quiere decir que los otros 40 humedales de la ciudad no sean importantes, sino que los tres a priorizar de manera urgente, “claro existen otros en diferentes condiciones, con menor calidad de aguas, escasa avifauna y ausencia de peces, rodeados de microbasurales, fragmentados y encerrados por el desarrollo urbano de la ciudad lo que probablemente resulte en deterioro ambiental a corto plazo, debido a afectación de los flujos de agua y aportes de sedimentos”, aclaró.
El humedal Santo Domingo presenta muy buena calidad de agua, explicó el Dr. Jorge Nimptsch; Angachilla y Las Mulatas, por su parte presentaron mayor carga de carbono, “lo que podría ser una mayor intervención antropogénica”, explicó el investigador. Entre otros aspectos que ahora se conocen, están la cantidad de nutrientes, el grado de oxigenación y las concentraciones de coliformes fecales, entre otros parámetros, lo que se presenta en el diagnóstico físico-químico y microbiológico, realizado por Nimptsch y el Dr. Stefan Woelf.
Respecto a qué anfibios viven en los humedales urbanos participó el Dr. José Núñez, quien logró identificar varias especies, siendo la más abundante la ranita de antifaz (Batrachyla taeniata), que aseguró servirá como bioindicador de la calidad ambiental de estos humedales, porque los anfibios son los primeros en ser afectados por intervenciones del ambiente. Respecto a las aves pajonales, “nos llevamos una grata sorpresa, al ver la abundancia y diversidad de especies de estos humedales” comentó el médico veterinario Jorge Ruiz, quien con el Dr. Juan Navedo, estuvieron a cargo de estudiar este tipo de fauna; todos estos especialistas pertenecen al Instituto de Ciencias Marinas y Limnológicas de la UACh.
Por su parte, el equipo del Dr. Eduardo Jaramillo (Instituto de Ciencias de la Tierra), identificó las especies de la fauna que habita en los fondos sedimentarios de estos humedales y que pueden ser utilizadas como indicadoras de condiciones ambientales; el mismo equipo trabajó con la ictiofauna encontrando que el Puye – pez icónico de los ríos de Valdivia – habita en todos aquellos humedales donde el flujo de agua es constante, como es el caso de los humedales priorizados.
A través de análisis de ADN ambiental se determinó la presencia de mamíferos acuáticos, tales como el coipo además de especies invasoras como el visón; estos estudios fueron responsabilidad del Dr. Mauricio Soto-Gamboa, del Instituto de Ciencias Ambientales y Evolutivas de la UACh y académico del Doctorado en Ciencias Mención Ecología y Evolución.
El levantamiento de este tipo de información acerca de los humedales pretende entregar antecedentes suficientes y de sustento científico y técnico para resguardar humedales en áreas urbanas y periurbanas.
Además de la selección de los sitios priorizados el estudio propone medidas de gestión tal como, cautelar la conexión hídrica de los humedales; potenciar la articulación del mundo científico con la ciudadanía, por ejemplo, con monitoreos participativos; la evaluación técnica de obras urbanas que fragmentan los humedales; y la capacitación de organismos públicos y organizaciones ciudadanas en la normativa vigente; sensibilización ciudadana para la mejor gestión de residuos y el cuidado responsable de mascotas y otras especies introducidas; finalmente acuerdos público – privados para la gestión de propiedades adyacente a humedales.
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