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Guía para elegir el sofá perfecto: estilos, tamaños y materiales.

Por Yopublico.cl / 7 de octubre de 2024
Elegir el sofá perfecto puede parecer un reto, pero una vez que tienes claro lo que necesitas, el proceso se vuelve mucho más sencillo.
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A fin de cuentas, el sofá no es solo un mueble más: es el corazón de la sala de estar, el lugar donde nos relajamos, compartimos momentos con amigos y familia, o simplemente disfrutamos de nuestro tiempo a solas. Por eso, acertar en la elección del sofá es fundamental para crear ese espacio acogedor que todos queremos en casa. Aquí te damos algunos consejos para que elijas el modelo que mejor se ajusta a tus necesidades.

Ten en cuenta el estilo decorativo de tu hogar

Hay casi tantos estilos de sofás disponibles en el mercado como personas en este mundo: se podría decir que existe uno para todos los gustos. Y es precisamente el gusto personal y el estilo decorativo que quieras darle a tu hogar lo primero que debes tener en cuenta a la hora de elegir el modelo adecuado para ti. El estilo que elijas debe reflejar tu personalidad y complementar el resto de la decoración de tu hogar. Recuerda que el sofá es una pieza central, así que su estilo marcará el tono del resto del espacio.

Si tu casa tiene un estilo contemporáneo, seguramente te atraerán los sofás de líneas rectas y limpias, sin demasiados adornos, que aportan elegancia y simplicidad. Estos sofás suelen tener patas delgadas, muchas veces de metal o madera clara, y materiales lisos como el cuero o las telas lisas en tonos neutros.

Por otro lado, si prefieres algo más tradicional, los sofás de estilo clásico o vintage pueden ser la mejor opción. Con formas redondeadas, tapizados elaborados y cojines grandes, estos sofás transmiten una sensación de calidez y comodidad. Las patas de madera oscura y los detalles como botones o capitoné añaden ese toque distintivo que los hace únicos. 

Un estilo más intermedio es el sofá estilo nórdico, que combina simplicidad con calidez, gracias a sus formas sencillas y los colores suaves que caracterizan esta tendencia.

Estudia el espacio disponible

A veces, el sofá que nos encanta no se ajusta a las dimensiones de nuestra sala de estar, y es importante medir bien el espacio disponible antes de lanzarse a comprar. Un sofá demasiado grande en una sala pequeña puede provocar un efecto sobrecargado, y uno demasiado pequeño en un salón grande puede verse ridículo. Y, cuando hablamos de tener en cuenta el espacio, nos referimos a absolutamente en todos los aspectos: si tienes poco espacio de almacenamiento en casa, te interesará considerar un chaise longue con canapé, o si necesitas convertir la sala en una habitación de invitados cuando vienen visitas, te hará falta un sofá cama.

En un salón pequeño, un sofá de dos o tres plazas puede ser suficiente para mantener el equilibrio entre comodidad y espacio. Este tipo de sofá es perfecto para apartamentos o espacios reducidos donde es necesario optimizar cada rincón sin sacrificar estilo o funcionalidad. 

En cambio, si cuentas con una salón amplio, los sofás en forma de L o chaise longues ofrecen más espacio para sentarse y ayudan a definir diferentes zonas dentro de una misma habitación. Un sofá modular puede ser otra gran opción, ya que te permite personalizar la disposición según tus necesidades y el espacio disponible. 

Niños y mascotas: factor clave para elegir el material

El material del sofá no solo afecta su estética, sino también su durabilidad y el nivel de mantenimiento que requiere. Hay muchos tipos de materiales, pero los más comunes son las telas y el cuero, cada uno con sus ventajas y desventajas. El cuero, por ejemplo, es un material duradero y fácil de limpiar, ideal si tienes niños pequeños o mascotas. Sin embargo, puede ser más frío en invierno o demasiado cálido en verano, dependiendo del clima de tu zona. Además, si buscas un sofá de cuero, prepárate para hacer una inversión, ya que suelen ser más caros que los de tela.

Las telas, en cambio, suelen ser más acogedoras y cómodas al tacto, perfectas para esos días en los que solo quieres acurrucarte y relajarte. Sin embargo, requieren más cuidados, sobre todo si el sofá estará expuesto al uso diario o al riesgo de manchas. Si optas por un sofá de tela, considera elegir una opción con fundas extraíbles y lavables para facilitar el proceso de limpieza.

Comodidad: lo que nunca se puede sacrificar

De nada sirve un sofá impresionante si al sentarte no encuentras la postura adecuada o si sus cojines resultan demasiado duros (o, por el contrario, se hunden demasiado). La firmeza del asiento es una de las primeras cosas que debes probar, ya que dependerá de tus preferencias personales. Algunos prefieren un asiento más firme, que ofrezca soporte, mientras que otros buscan la sensación de hundirse en los cojines blandos.

También es importante considerar la altura del respaldo y la profundidad del asiento. Un respaldo alto puede ser más cómodo si sueles descansar la cabeza o quieres un soporte completo para la espalda, mientras que uno más bajo puede resultar más estético en ambientes modernos. La profundidad del asiento, por su parte, es clave para la comodidad, sobre todo si sueles pasar mucho tiempo sentado o tumbado en el sofá. 

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