Valdivia, como su ciudad natal.
Así fue nombrado el ventilador creado por la alianza Allware-Unmanned, dos empresas de la ciudad fluvial que unieron sus aguas para este propósito.
"Se trata de un ventilador neumático, que se conecta a la red de gases del hospital, por lo que podría funcionar perfectamente en una sala de UCI y no solo como un ventilador de emergencia", dice la ingeniera Claudia Hermosilla, gerenta de Investigación y Desarrollo y encargada del proyecto.
Desde su génesis, a fines de marzo, el ventilador fue pensado para ser lo más parecido a uno usado en los hospitales. "Comenzamos pasando el tarrito y dos empresas de la zona, Colún y Saesa, financiaron los primeros prototipos. Ya tenemos nueve ventiladores terminados, los que serán donados por las empresas que nos financiaron", aclara la ingeniera.
En cuanto a su concepción, Hermosilla dice que lo pensaron en grande: "Diseñamos válvulas y usamos sensores que serían los definitivos, por lo que nuestro prototipo se tardó más, pero no hubo que hacer cambios fundamentales para su validación. Nuestra idea era de que fuera lo más parecido a los que se usan actualmente en los hospitales".
El ventilador Valdivia pasó todas las etapas de esta validación que contempla pruebas de ingeniería, en animales y luego en humanos, las que son realizadas por tres instituciones. En este caso, las pruebas con pacientes fueron hechas en el Hospital Regional de Concepción.
Ayer, Corfo informó al equipo valdiviano que recibirían 100 millones de pesos, que se suman a los ya otorgados en etapas previas, y que les servirán para desarrollar una línea de producción con miras a su comercialización en Chile y a nivel internacional.
Se suma así a otros tres ventiladores creados por universidades, empresas y organismos estatales que ya han sido validados (ver recuadro) y que han recibido importantes sumas de Corfo y Sofofa.
El ventilador Valdivia se diferencia de los otros desarrollados en Chile en que incorpora una unidad de respaldo de energía para funcionar en forma autónoma hasta por 13 horas. "Su otro factor diferenciador es que incorpora modos avanzados de control. Un ventilador de emergencia solo considera un control de ventilación por volumen, pero el nuestro, además, tiene un control por presión y un modo asistido (para cuando el paciente está semiconsciente)", aclara Hermosilla.
ESFUERZO CRIOLLO
El doctor Eduardo Tobar, intensivista del Hospital Clínico de la U. de Chile y representante de la Sociedad Chilena de Medicina Intensiva (Sochimi) en el comité que evalúa la creación de ventiladores, dice que hubo un importante esfuerzo en el desarrollo de estos aparatos de emergencia. "Han sido seleccionados los mejores y los últimos equipos, al ver que la crisis de falta de ventiladores ya estaba pasando, elevaron sus características para incorporar modalidades avanzadas que exceden a los requisitos definidos por la Sochimi para un ventilador de emergencia, como es el caso del desarrollado en Valdivia".
Al concluir esta primera fase de la iniciativa, Pablo Terrazas, vicepresidente de Corfo, dice que como corolario queda la respuesta que tuvo el mundo académico, las empresas y las Fuerzas Armadas que acudieron al llamado. "Era un reto difícil: fabricar un equipo que nunca se había hecho en Chile. Vimos que tenemos las capacidades y que podemos transformar la investigación y el conocimiento en emprendimientos".
Además, dice el ejecutivo, contribuyen con la salud pública. "Si bien no ha sido necesario usarlos, ya tenemos la seguridad de que, en caso de necesitarlos, tenemos la capacidad de fabricarlos. Además, creamos las capacidades para transformarnos en exportadores de estos equipos, sobre todo pensando en los países vecinos".
Esa es precisamente la idea de la empresa valdiviana, que usará los recursos para armar una línea de producción de 20 a 25 equipos semanales.
"Queremos obtener certificaciones internacionales. Hay un potencial de negocio, sobre todo con países de Latinoamérica que tienen la necesidad y no tanto desarrollo tecnológico", dice Hermosilla.
LOS OTROS TRES
Al programa "Un respiro para Chile" se presentaron 35 proyectos. Solo cuatro han sido validados y han obtenido recursos de Corfo y Sofofa para su producción.
Los otros tres, además del de Valdivia, son un equipo de asistencia respiratoria de urgencia desarrollado por Asmar y la U. de Concepción; Vemers UC, un ventilador electromecánico desarrollado en la U. Católica y que se conecta a la red de gases hospitalaria, y el ventilador Neyün, de DTS, Enaer y Famae, que han ido perfeccionando para su comercialización.
Reportaje publicado por El Mercurio
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