Continuamos con los testimonios de pacientes derivados del hospital capitalino de El Carmen y de Urgencia Asistencia Pública que sobrevivieron al coronavirus, tras su paso por el Hospital Base Valdivia.
Este domingo iniciamos la serie con el caso de Orfa y a continuación presentamos a Gladys Rojas Valdés, dueña de casa de 50 años. Cerraremos la recopilación de la unidad de comunicaciones del Hospital Base con el capitalino Luis Santander.
Los 3 llegaron desde la capital en un complejo operativo aéreo, en estado crítico y vencieron el Covid-19 para regresar felices a su hogar.
GLADYS A VALDIVIA
Gladys Rojas Valdés, dueña de casa de 50 años, señaló que desde que se inició la pandemia se encerró en su hogar.
Asegura que sólo salía para ir a comprar el pan al almacén de la cuadra. "Nadie más de mi familia se contagió solo yo, no sé cómo me pude agarrar este bicho porque siempre andaba afuera con mascarilla, pero me afectó mi cuerpo al punto de no dejarme respirar,” recuerda.
Tras 14 días de no aguantar más los síntomas concurrió hasta el hospital de su sector en la comuna de Cerrillos: “pensaba que me iba a morir y en ese momento se tomó la decisión en El Carmen de poder intubarme".
Agrega que "a lo mejor me daban muchísimo aire, pero era una gota porque aún faltaba más, más y más aire. No lo pensaron dos veces, había como 5 en la sala (refiriéndose a los pacientes) dijeron: elegimos a la Gladys y al otro día la Gladys estaba acá en Valdivia".
HABÍA QUE LUCHAR
Su hija era la encargada de firmar el consentimiento, "entonces me dijo: mamita te van a intubar, bueno dije yo: que se haga la voluntad de Dios. El caballero (refiriéndose al médico tratante de El Carmen) me dijo: ¿usted sabe de qué se trata esto? Yo dije no, no tengo idea, no sé nada. Y me dijo: esto es entre la vida y la muerte pero usted tiene que luchar…después entré en un sueño profundo y amanecí acá en Valdivia.”
VIAJE CON CONCIENCIA
Respecto de su traslado ella es enfática en señalar que pese a la sedación “venía consciente, describo ese momento porque la misma niña de Valdivia que venía en el avión me limpiaba mis ojos, me limpiaba mi boca, trataba de tenerme fresca para poder tenerme bien entonces me sentía como una niña muy regaloneada".
Relata que cuando paró el avión, llegó el momento de bajar y fue un proceso muy suave y cuidadoso.
"Son hartos episodios que he podido vivirlos, he podido sentirlos, ha sido excelente la llegada. ¡Jamás nunca había pensado haber pisado el hospital de Valdivia, nunca en mi vida, primera vez!", rememora emocionada.
Gladys dice que la gente de Valdivia es muy amorosa y que fue una muy linda experiencia haber vencido a la muerte, gracias al Señor", finaliza también agradecida del personal hospitalario valdiviano.
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