El COVID-19 es un grupo de virus que provocan diferentes enfermedades, desde un resfriado común hasta un síndrome respiratorio grave o neumonía. Por lo general, los coronavirus no son peligrosos. De hecho, la mayor parte de las personas han sufrido alguna vez derivados de este virus, siendo una enfermedad muchas veces asintomática, donde el paciente que lo sufre no muestre ningún síntoma.
Según el Minsal, en caso de sufrir algún síntoma, el 81% de los casos son leves, pero el 19% restante puede sufrir graves consecuencias por la enfermedad. Y en caso de las personas mayores, los síntomas pueden ser más graves, pero tan sólo el 5% puede ser crítico o mortal.
“Poco se ha hablado de los síntomas del adulto mayor propiamente tal, y menos si estos son leves que van desde fiebre sobre 37,5, malestar general, dolor de garganta y tos seca. Estos síntomas son propios de cualquier resfrió, pero con el Coronavirus en el país es necesario que el adulto mayor deba consultar inmediatamente por sospecha y que además haya estado expuesto a una persona que ya tenga el virus” comenta Carolina Saravia, Enfermera jefe de Clínica Cath.
Si una persona de la tercera edad estuviera contagiada con síntomas leves que se define más que nada por no sufrir dificultad respiratoria, donde la indicación sean los cuidados en casa, lo ideal es mantener reposo, aislado del resto de la familia en lo posible e hidratar con abundantes líquidos “a la tercera edad le gustan las sopas y agüitas, tratar de dar las que les gustan y así mantenerlos hidratados y también darlesjugo de frutas ojala cítricos por la vitamina C para aumentar defensas y seguir las recomendaciones delos remedios entregados para aliviar los síntomas del virus, ya que hasta el momento no existe cura” comenta Saravia.
Entre las precauciones que deben tener los cuidadores del enfermo o el resto del grupo familiar es el aislamiento, “si el enfermo sale de su habitación deberá usar mascarilla, limpiar con cloro todos los espacios por donde pueda transitar, por ejemplo, el baño, y al resto que por ayudar o asistir a esta persona mayor deben lavarse bien las manos antes y después de acercarse y utilizar mascarilla” comenta la enfermera jefe.
Los cuidadores o grupo familiar del contagiado deben estar atento a la evolución de la enfermedad para ver los pasos a seguir. Si los síntomas comienzan a disminuir tal cómo en un estado gripal, “van disminuyendo de a poco, baja la intensidad de la tos, baja la fiebre y las personas comienzan a sentirse mejor hay que seguir con el cuidado y aislamiento los 14 días decretados por la autoridad” comenta Saravia.
“En el caso que la fiebre no ceda, el anciano no tenga ganas de comer y aumenta la dificultad para respirar, tos constante y con expectoración de algún color verde amarillenta es necesario acudir a un centro hospitalario con las medidas de prevención de contagio que van desde mascarilla y guantes” finaliza Saravia.
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