Opinión

Futrono y sus tres hitos culturales en un solo invierno

Por Mario Guarda / 24 de agosto de 2024 | 10:37
Créditos: Diario Futrono y redes sociales.
[Columna de opinión] Revisemos qué hay tras la presentación del pianista Roberto Bravo, un Laboratorio de Escritura Creativa para jóvenes y la inauguración de las letras turísticas. Necesitamos más y podemos hacerlo.
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“Érase una vez en el oeste”, fue uno de los temas del compositor Ennio Morricone que interpretó magistralmente el pianista Roberto Bravo con el acompañamiento en la voz de la cantante Andrea Cárdenas, en un repertorio exquisito presentando temas de distintas bandas sonoras de películas. 

El piano, instrumento musical cuyo sonido calzó con el carácter sagrado del templo parroquial de Futrono, regaló sus notas interpretadas por Roberto Bravo a una audiencia que hace tiempo esperaba recibir un evento de calidad. 

Temas de Morricone, de Hasaichi, de John Williams, entre otros que dieron música a películas memorables, fueron recibidas por el oído y el espíritu de un público respetuoso y agradecido. 

Fue un regalo largamente esperado, una experiencia merecida que por varios años no asomó dentro de las posibilidades de Futrono, tan lejos de las ciudades, tan apartada de los panoramas culturales. 

Eso hasta que la Asociación Patrimonial Cultural de Los Ríos y el Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio se fijaron en Futrono y lo incluyeron en la propuesta del Programa Cervantes en Comunas. 

Si bien esta propuesta era más selecta, es el feliz contrapunto y complemento de otra propuesta que vio la luz poco antes; el Laboratorio de Escritura Creativa, en el que jóvenes de distintos establecimientos de enseñanza media de Futrono se reunieron a escribir sobre Neruda, Ramón Quichiyao y sobre ellos mismos. 

Una actividad complementaria a la Educación formal, pero que llevó a más de 30 estudiantes a expresarse con libertad y entusiasmo a través de las letras. 

La propuesta se dio en una alianza entre la Agrupación Cultural Riquifi y la Seremi de las Culturas, las Artes y el Patrimonio de Los Ríos, lo que dio por resultado una gran participación y deja claro que los jóvenes sí quieren estar presentes, solo debemos entregarles los espacios y su ímpetu enfocado nos dará otra perspectiva de la cultura. 

El tercer hito en este corto tiempo, es el más querido y apropiado por todos; la inauguración de las letras turísticas en el acceso al sector urbano de Futrono. 

Recibidas con alegría y alivio, otorgan una tarjeta de presentación a esta comunidad que pide sacar a Futrono del letargo y generar una identidad que le permita ser conocido y recordado, una forma de decir ¡oigan, yo también estoy aquí! 

El proyecto, gestionado (tardíamente a mi juicio) por la Municipalidad, se hizo popular, causando solo buenos comentarios y la apreciación de que era el elemento faltante en nuestra imagen como comuna porque, importante, está hecho primero para nosotros y después para el turista. 

Queremos más cultura

El piano de Roberto Bravo, el Laboratorio de Escritura Creativa y las letras turísticas, unidos, nos dejan un invierno con una cara más generosa tras el temporal que azotó la zona hace unas semanas, pero más importante, nos dejan una tranquilidad y un íntimo orgullo de ser futroninos y futroninas. 

Sin desconocer el trabajo que realiza la Unidad de Cultura municipal (que también participó de la presentación de Roberto Bravo y el Laboratorio de Escritura Creativa) además necesitábamos estos tres hitos, estas cosas por años extrañadas, un cariño que llegó para sacarnos del sopor cultural que nos pesaba como una condena injusta y la lección que se saca de esto es que sí se podía, solo faltaba la voluntad, la gestión y las alianzas. 

Se podía y se pueden hacer más cosas en el ámbito cultural, necesitamos que así sea. Eso abre también el espacio para darnos cuenta de otras necesidades para continuar en esa línea y siempre aspirar a más, como es debido. 

Nos falta un auditorio municipal acorde en calidad para eventos de calidad, nos falta reconocer definitivamente nuestra herencia patrimonial, nos falta conversar más con los testigos de nuestra historia local, nos falta dialogar a nivel de enseñanza básica y media para poner estos valores dentro de la Educación de nuestros futuros ciudadanos. 

No basta únicamente con proyectos que empiezan y terminan en un plazo corto para tener una presentación musical o de otra índole, tenemos que ser responsablemente ambiciosos y consolidar Políticas Culturales para Futrono, con participación ciudadana y con proyección a futuro, no solo pensadas para un período alcaldicio de cuatro años y punto. 

La inquietud ya está lanzada, hay harto trabajo por hacer para que Futrono sea una comuna culturalmente activa y productiva. 

Por ahora, nos quedamos con el dulce sabor de la presentación de Roberto Bravo, la resuelta participación de los jóvenes en el Laboratorio de Escritura Creativa y el orgullo con que locales y visitantes se fotografían para instagram junto a las letras turísticas, una imagen para el recuerdo con la que cada quien podrá decir “Érase una vez en Futrono”. 

Autor: Mario Guarda Rayianque.

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