El emprendimiento femenino en Chile es cada vez mayor

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La brecha de género en el ambiente emprendedor chileno se ha visto significativamente reducida en los últimos años. Algunas estadísticas sugieren que la proporción de mujeres emprendedoras puede llegar a ser hasta de 70% y este fenómeno parece ser impulsado por el desarrollo de programas orientados específicamente a equipar a las mujeres emprendedoras con las herramientas necesarias para alcanzar el éxito de sus proyectos, como por ejemplo, a través de préstamos para mujeres.

A continuación, estudiamos con mayor profundidad la evolución del emprendimiento femenino en Chile, haciendo un seguimiento a las opiniones y a los reportes más recientes sobre la materia.

Evolución del emprendimiento femenino en chile

El Global Entrepreneurship Monitor reportó un cambio en la tendencia del emprendimiento en el país que llevó el porcentaje de mujeres emprendedoras de un 10% a un 48% en cuestión de pocos años.

Por otro lado, este mismo reporte indica que casi un 20% de las mujeres chilenas se consideran emprendedoras y, en líneas generales, la tendencia parece indicar que muchas de ellas pertenecen a los sectores socio-económicos C3 y D de la sociedad chilena.

Adicionalmente, el reporte enfatiza la diferencia de edad vs. la etapa en la que se encuentra el emprendimiento, puntualizando que los proyectos en etapa temprana son mayormente impulsados por mujeres de 37 años en promedio, mientras que los proyectos más maduros tienen detrás a mujeres de 45 años en adelante.

¿Con qué herramientas cuentan las mujeres emprendedoras chilenas?

Hoy día, Chile se posiciona favorablemente entre los ambientes más idóneos para el emprendimiento, tomando en cuenta que el país se ha ubicado en el primer lugar en Latinoamérica en esta materia por varios años consecutivos según el Índice de Condiciones Sistémicas para el Emprendimiento Dinámico (ICSEd), elaborado por la Universidad Nacional de General Sarmiento (UNGS) de Argentina.

En este sentido, algunos factores que explican en cierta forma el auge de la actividad emprendedora en el país incluyen:

• Acceso a capital semilla. Algunos programas e incubadoras en Chile resultan muy convenientes para darle el empujón que necesitan a los proyectos en etapa temprana. Este es el caso de programas como Capital Abeja de SERCOTEC, y el programa Yo Emprendo del Fondo de Solidaridad e Inversión Social (FOSIS).
• Programas de capacitación. Existen programas promovidos por instituciones tanto públicas como privadas que buscan formar a las mujeres en materia de emprendimiento, tocando temas clave como manejo de la contabilidad, estrategias de marketing y ventas, y fuentes de financiamiento. Este es el caso del programa CreceMujer de Banco Estado.

Adicionalmente, si bien la banca nacional no ofrece préstamos para mujeres específicamente, si existen alternativas de financiamiento para emprendimientos que puedan mostrar un cierto avance en sus operaciones.

¿Qué dicen las expertas?

Alejandra Mustakis, Presidenta de la Asociación de Emprendedores de Chile, fue entrevistada el año pasado con respecto al emprendimiento femenino en el país y en dicha oportunidad hizo énfasis a que este auge reciente tiene sus raíces en la variedad de programas de capacitación y otras iniciativas similares que buscan empujar a las mujeres a asumir un rol más protagónico dentro de la atmósfera del emprendimiento.

En este sentido, Mustakis comentó: “Hoy nos encontramos con fondos, concursos y programas de capacitación que buscan además de impulsar a las emprendedoras, apoyarlas y prepararlas en apuestas que vayan más allá de los rubros tradicionales.”

Para cerrar

Tal parece que el ecosistema del emprendimiento en Chile continuará siendo liderado cada vez más por el género femenino, rompiendo un poco los paradigmas de otras latitudes donde los hombres dominan la escena.

Pero aún existen obstáculos relacionados a temas de índole legal y al diseño de productos específicos para el nicho femenino, como los préstamos para mujeres. Aún así, las mujeres emprendedoras en Chile siguen dando de qué hablar.

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