Existen cuentos, canciones y películas sobre casas en un árbol, pero nunca vemos una. Se trata de un extendido sueño de infancia que nos remite a tener un mundo propio, un mundo de fantasía e intimidad para disfrutarlo en familia o con los amigos. Pero claro, los proyectos de infancia suelen quedar anquilosados a medida que nos acercamos a la adultez y por eso, cuando salimos a la calle, sólo vemos casas construidas sobre el suelo.
Sin embargo, si pasas alguna vez por el camino que une Osorno y Puerto Octay, te vas a llevar una sorpresa. A unos diez kilómetros de la ciudad, pensarás que estás soñando. Verás una idílica casa construida a 5 metros sobre el nivel del suelo en torno a un hermoso roble pellín.
Hace más de 5 años, la familia Potthoff-Mohr decidió conseguir madera reciclada y diseñar este tierno delirio en uno de los árboles de su campo.
“Todo partió porque en el campo donde vivíamos no teníamos casa, y teníamos que construir algo… así que fue como oye, ¿hagamos una casa en el árbol? Ya po, hagámosla, porque finalmente el que quiere puede y afortunadamente nosotros quisimos y pudimos”, nos empieza contando Daniela Mohr, dueña de la casa y oriunda de Futrono.
Este verdadero ejemplo de “soñada casa propia”, no radica sólo en el hecho de ser soñada y pertenecer al matrimonio, sino que también se puede describir como “propia” porque ellos mismos la diseñaron.
“El diseño es nuestro, no hay arquitectos involucrados en esto, no hay constructores tampoco, nadie, esto fue solamente producto del ingenio de nosotros y la habilidad de Eduardo Flores, un amigo nuestro que se dedica a hacer construcciones aéreas".
Sin embargo, pasados unos años, la familia creció y la “casa en el árbol” se transformó para la familia en la “casita en el árbol”; les quedó chica y se tuvieron que cambiar.
“Ya no vivimos en la casa en el árbol, vivimos al lado, cerca. Actualmente arrendamos la casa por día y mensual también, todo es conversable. La tenemos en plataformas de arriendo como ”Refugio en el árbol".
ORIUNDA DE FUTRONO
Daniela aún tiene relación con Futrono. Su madre vive en un campo de la comuna y viajan con regularidad a visitarla en la vecina región de Los Ríos.
“Yo estudié en Futrono, hice toda mi educación básica en la Escuela María Deogracia. Tengo muy lindos recuerdo, es más, estuve interna toda la básica hasta que me vine a hacer la enseñanza media a Osorno porque mi familia es de esa ciudad. Fue a mi papá a quien se le ocurrió, hartos años atrás, irse a un campo de Futrono y por eso yo me crie allá", nos confiesa sobre su relación con la comuna lacustre.
FAKE NEWS
En los últimos días han aparecido relatos falsos sobre la verdadera historia de la casa, los cuales Daniela ha desmentido.
"No van a faltar los comentarios bienintencionados y malintencionados", señala Daniela haciendo alusión a una falsa historia sobre la casa que circula por Facebook.
Por último, ante la pregunta de si recomendaría llevar adelante este proyecto para otras familias del sur de Chile, Daniela sostiene:
“Sí, lógico. Como siempre digo, querer es poder. Todo va a depender del tamaño que la quieras, de cómo quieras hacerla y para qué quieras hacerla. Así que denle nomás, háganse una casa en un árbol".
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