Un 12 de julio de 1941 se creó por decreto del presidente Pedro Aguirre Cerda la comuna de Futrono, ciudad levantada junto al lago Ranco y que por años dependió de otros sectores sin contar de autonomía.
Sin embargo Futronhue –lugar de humos en mapudungún- tiene su primer registro histórico a partir del siglo XVI, en plena conquista española, cuando éstos levantaron un fuerte en lo que hoy es el sector de Arquilhue. También hay un resgistro que data de 1580 donde el cronista Pedro Mariño de Lobera habla de una Batalla de Maihue donde se enfrentaron indígenas puelches contra las tropas del capitán Cosme de Molina.
Posteriormente el fuerte Arquilhue fue destruido en 1599, en el contexto del ataque e incendio de Santa María la Blanca de Valdivia por las tropas mapuche-huilliches de los toquis Pelantaru y Anganamón.
Otro antecedente lo aporta el historiador Gabriel Guarda que en su libro “La Economía de Chile Austral antes de la Colonización Alemana. 1645-1850” quien dice que los sectores entre el volcán Choshuenco y Futrono pertenecen a la sucesión de Julián de la Guarda Valentín, importante personaje de la historia de la comuna, y del que en el presente se pueden encontrar aún a sus descendientes directos en el pueblo.
Con la independencia de Chile, colonización de extranjeros desde 1850 y posteriormente con la Guerra de la Ocupación de la Araucanía (1860-1883) nuevamente las tierras de Futrono volvieron a poblarse por colonos chilenos, alemanes y españoles, los que iniciaron la explotación maderera en la zona y transformando el bosque nativo en tierras cultivables.
Así llegaron personajes como Fernando Acharán que levantó la Hacienda Chollinco y Manuel Florín que fundó la Hacienda Arquilhue, después a fines de siglo se sumaron las familias Rosales, González, Monsalve, Vera, Montesinos, Fuentealba y Jaramillo, comenzando así la conformación de una sociedad en la ribera norte del lago. Este proceso se potenció en 1910, cuando el viejo cacique Fernando Neguimán construye la escuelita Futronhué, teniendo como profesora a Avelina Soto de Salinas. Esa escuelita es lo que es hoy el Colegio José Manuel Balmaceda de la ciudad.
En 1936 llegan las Hermanas Misioneras Catequistas de Boroa que levantan la “Escuela Misional Nº42”, siendo su representante legal el Padre Leodegario y su directora la Madre Sor Cecilia Dachs, fue el inicio del Colegio María Deogracia.
PUEBLO MADERERO
Futrono empezó a alzarse como un enclave agroforestal y atrajo flujos migratorios de los pueblos aledaños, más aún cuando Ferrocarriles del Estado comenzó a adquirir durmientes de roble y, por ende, los aserraderos locales necesitaron mano de obra para cubrir la demanda para seguir levantando la vía férrea hacia el sur.
También en esos primeros años del siglo XX es que se desarrolla la economía y el transporte con los vapores en el lago Ranco. Fue Eduardo Squella, quien poseía un vapor del mismo nombre, quien levanta un puerto con el que llevaba los productos de la zona hacia Puerto Nuevo y desde ahí a La Unión. Otro vapor del lago Ranco era el “Laja”, propiedad del colono francés Fernand Soulodre, quien se dedicó al transporte de madera desde las costas orientales del lago hacia la estación de ferrocarriles en el poblado de Lago Ranco en el sector sur poniente.
Pero el desarrollo de Futrono estaba limitado por la falta de accesos, ya que las vías de conexión eran nueve horas de cabalgata hasta Paillaco o navegar por el lago hasta Puerto Nuevo en barcos a vapor.
AUTONOMÍA
Entrada la década del cuarenta Futrono se había afianzado como pueblo maderero y fue que en el incipiente modelo de Estado Nacional Desarrollista, impulsado por Pedro Aguirre Cerda es que se constituyó en comuna, un 12 julio del 1941, mediante el decreto ley N° 6973, y se determinó además su área territorial.
Futrono antes parte de la 8.ª subdelegación de Quinchilca del departamento de Valdivia, en 1891 la zona de Futrono o Futronhue, como era aún conocida, pasó a integrar la nueva comuna de Quinchilca que tres años después cambió de nombre a Calle-Calle. Casi cuatro décadas después, a contar de 1928 fue parte de la recién creada comuna de Los Lagos.
El primer alcalde de Futrono fue Laureano Rosales Gómez entre 1942 a 1944), quien al igual que los siguientes alcaldes, se encargó de abrir las rutas de los caminos Paillaco y Los Lagos, para luego abrirse camino hacia Llifén y Maihue. Hoy Laureano Rosales es recordado por el estadio municipal de la comuna y que lleva su nombre.
En mayo de 1942 se crea el Cuerpo de Bomberos de Futrono.
LA FUGA DE NERUDA
Futrono también es recordado porque en 1949 el poeta Pablo Neruda planificó su fuga desde esa comuna en los tiempos de la persecución que ordenó el presidente Gabriel González Videla a todos los militantes del Partido Comunista.
El poeta, que ya estaba viviendo en la clandestinidad, llegó al puerto de Futrono en diciembre de 1948 en un auto que llamó la atención de los lugareños. Se hacía llamar Antonio Ruiz Lagorreta y pernoctó en el poblado, pero a la mañana siguiente tomó una barcaza que lo condujo hasta Puerto Llifén.
Posteriormente el poeta se dirigió a Puerto Llolles y cruzó el lago Maihue hacia la hacienda maderera Hueinahue, permaneciendo ahí dos meses, tiempo en el que aprendió a andar a caballo.
El Partido Comunista ideó un plan meticuloso y cuando dio la orden Neruda cruzó los Andes a caballo por el paso clandestino conocido como de “Los Contrabandistas”. Llegó a la desembocadura del lago Maihue, donde era esperado por unos baqueanos que le indicaron el paso hacia Argentina. De ahí tuvo que vadear el río Blanco, luego el río Curriñe y, finalmente, el vado del río Huenteleifú en lo que fue su travesía más difícil. Sobre el final, el escritor llegó a las termas de Chihuío, donde logró descansar y se sumergió en las aguas termales para después seguir a caballo rumbo a San Martín de los Andes, en Argentina.
Durante toda esa aventura Pablo Neruda escribió su gran poema “Canto general”.
FUTRONO MODERNO
Con la pavimentación de Futrono, en 1988, comenzó el periodo más moderno de Futrono. Varias familias santiaguinas vieron el hermoso paraje del lago como segundas viviendas para el descanso en época de verano.
La biblioteca pública se inauguró un 4 de septiembre de 2001, gracias a un convenio firmado entre la Municipalidad y la Dirección de Bibliotecas, Archivos y Museos. En 2003 se concretó la compra del inmueble, quedando edificio definitivo para la biblioteca.
En 2015 se inauguró el nuevo Cesfam Belarmina Paredes de Futrono, un nuevo centro de salud para la comunidad.
La comuna sigue siendo un atractivo centro turístico de la región de Los Ríos y entre sus tantos anhelos sigue el de abrir un paso internacional que lo una con Argentina y San Martín de Los Andes, tal como lo hizo Neruda en el pasado.
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