Educación técnica superior, el motor para una verdadera movilidad social

Columna de opinión

Como sabemos, en Chile cada vez más existen los Liceos Científico Humanistas que están transitando hacia la educación Técnico Profesional, ya que han visualizado un nicho que estaba exclusivamente explotado por ciertos grupos educacionales que se especializaron en esta forma de enseñanza.

Además estados y especialmente el estado chileno están internalizando el potencial de tener una población joven titulada y competitiva, en la mitad del tiempo que toma la obtención de un título profesional universitario.

Un joven de 22 años, egresado de un Centro de Formación Técnica (CFT), puede ser en poco tiempo un aporte a su grupo familiar, teniendo la posibilidad de acceder a una mejor remuneración por su trabajo y además mayores expectativas respecto de su proyecto de vida.

Un joven que obtiene una formación laboral en breve plazo y en línea con las necesidades productivas de su entorno, puede ser el primer integrante de su familia en tener un título. Eso es “movilidad Social” pura y dura.  

CARRERA TÉCNICA

Ya Chile tiene en la mayoría de las ciudades y pueblos, los liceos técnico profesionales egresan técnicos que no encuentran trabajo. Un CFT de calidad puede generar continuidad en la formación y aumentar las oportunidades de inserción laboral exitosa

A partir de la discusión del emplazamiento del CFT Estatal de Los Ríos, es imperativo considerar el factor distancia. Un porcentaje no despreciable de alumnos en tránsito desde la educación media a superior, no sigue estudiando, por los  costos asociados a tener que viajar todos los días (despertarse  a las 06:00 AM, valor del pasaje en efectivo todos los días, traslado desde el paradero hasta la casa de estudios, etc.).

Otro factor relevante es la calidad docente y si efectivamente las carreras tienen relación con la orientación productiva de la región.  

La solución es ofrecer carreras actuales, que obedezcan a un estudio de mercado serio, teniendo mallas curriculares innovadoras, atractivas en lo que respecta el ámbito práctico, adecuada infraestructura, implementación actualizada y además que estén en sintonía con los estándares internacionales en la educación técnico profesional.

Sin duda, el debate por un CFT  y su implementación es una oportunidad para todos, porque esta institución se transformará un motor de movilidad social para la población vulnerable, más alejada de las grandes ciudades.

Jorge Guzmán Mora
Docente de Educación Superior
Magister en Política y Gestión Educacional