Desde los ocho años se calzaba los guantes y subía a entrenar, motivado por la pasión que sus padres tienen por el boxeo.
Franco Filgueira (18 años) tiene claro que sus sueños son difíciles de alcanzar, pero la palabra “obstáculos" es algo que conoce desde muy pequeño, cuando caminaba y jugaba por las calles de la población Pablo Neruda de la que dice sentirse orgulloso de pertenecer, pese a la connotación negativa que posee para otros valdivianos.
“No soy bueno para los estudios, pero sé que soy bueno para pelear, por eso quiero ser boxeador y triunfar… A mi alrededor hay muchas voces que me dicen que no lo voy a conseguir y sólo hay una voz que cree en mi, la de mi entrenador Alejandro Concha”, dice Franco minutos antes de iniciar sus entrenamientos en el club KO y codeándose con figuras como Gerardo Mellado o Daniela “Leona” Asenjo.
“Dinamita”, como lo bautizaron por su fuerte pegada, si bien entrena desde pequeño reconoce que hace dos años se dedicó con más esmero a los entrenamientos y eso ocurrió por dos hechos que casi destrozan su mundo de adolescente, pero que lo hizo reflexionar acerca del camino que debía tomar: la muerte de sus dos mejores amigos.
Con total honestidad el joven boxeador conversó con Diario de Valdivia y reconoció que cuando adolescente andaba en malos pasos con sus amigos y se lo pasaba en la vida de la calle, aunque alternando con el boxeo. El técnico Alejandro Concha le daba consejos de boxeo y para la vida y le advertía que debía cambiar de vida.
Un día se enteró de una noticia que lo dejó helado, uno de sus mejores amigos, Nicolás, que había caído en la cárcel, fue asesinado en el penal de Valdivia. Aún no se recuperaba de esa pérdida cuando la misma suerte le ocurrió a otro de sus amigos, Matías, cuando en una discusión en una población de Valdivia recibió tres impactos de bala. Los dos tenían 22 y 16 años.
Para Franco fue como recibir dos golpes al mentón, pero no se fue a la lona. “Eran como mis hermanos. Se criaron conmigo. Ellos tomaron malas decisiones y yo vivía de los malos pasos por mis propias tontas decisiones. Cuando se murieron yo abrí los ojos y me dije que quería salir adelante con mi familia y ser alguien en la vida”, enfatizó.
Las dos pérdidas lo hicieron mirar con seriedad a lo que consideraba ya su pasión, el boxeo. Desde entonces “Dinamita” se subió a lo cuadriláteros en 31 ocasiones como boxeador amateur y ganó todas, salvo en dos ocasiones en el peso ligero.
El técnico Alejandro Concha está convencido en su cambio y madurez y ahora lo apoyará para que debute en el boxeo profesional en combate que se producirá el 6 de enero en el gimnasio del Colegio Teniente Merino ante el también debutante, el temuquense Felipe “Mapuche de oro” Trecanao.
Franco Filgueira se ha sometido al rigor del entrenamiento en el club KO y su técnico Alejandro Concha dice con orgullo que tanto él como la “Leona” Asenjo son dos productos 100 por ciento “ensamblados” en la cantera del club.
“El boxeo, más que esfuerzo físico, también es de mucho esfuerzo mental. Te come la cabeza. Me siento ansioso y tengo muchas emociones encontradas porque debutar como profesional es algo que siempre he querido desde niños”, admite a Diario de Valdivia.
Franco no se siente bien preparado en los estudios, pero sueña con hacerlo más adelante, tal vez estudiar algo con preparación física y seguir ligado al mundo del deporte para motivar a otros jóvenes que, como él, no veían más futuro e ideal que el mundo de la calle y la delincuencia.
El debut de Franco “Dinamita” Filgueira será el 6 de enero y sus mejores cualidades hasta ahora son su pegada y el movimiento de cintura para esquivar golpes.
El rival, Felipe Trecanao, el “mapuche de oro”, tiene 20 años y ha alternado entre el kickboxing y el boxeo. Actualmente está radicado en Santiago y entrena en el corral de Claudio Pardo, el mismo técnico que dirigió a Carolina “Crepita” Rodríguez.
Nueve serán las peleas amateurs que se disputarán el 6 de enero y la décima será la única pelea profesional entre “Dinamita” Filgueira y “Mapuche de oro” Trecanao. El valor de la entrada será de 10 mil pesos.
“Yo aún no he conseguido nada en el boxeo y ya tengo hartos auspiciadores que me apoyan y sin esperar nada a cambio. Ellos confían en mí yo no pienso defraudarlos”, concluyó Filgueira, quien espera que la buena estrella le permita hacerse un nombre en este deporte.
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