La mañana de este sábado 29 de junio, Sarita Jaramillo Medina realizaba su recorrido habitual en su trabajo, transportando a trabajadores de un fundo de la zona precordillerana de la comuna de Futrono.
Por eso, recorrió el camino que une Curriñe con Chabranco, y que también lleva a las Termas de Chihuío, para recoger a un trabajador.
“Subí temprano en la mañana a Chabranco y había un poco de deslizamiento de material, pero podían pasar vehículos”, dice Sarita Jaramillo a Diario Futrono, dejando en claro que pudo ir y volver desde Chabranco sin contratiempos.
Más tarde ella retorna a Chabranco y avanza en fila detrás de otras dos camionetas. “Entonces llegamos a la zona del Boquete, y esta primera camioneta de repente se pierde de vista”, señala.
Sarita dice que la camioneta delante de ella se estacionó, lo que la llevó a ella detener su vehículo también y le preguntó al otro conductor si la primera camioneta había alcanzado a pasar.
“Me dice que no, que lo había agarrado la avalancha y el vehículo se había desbarrancado”, fue la impactante respuesta.
Esto sucedió alrededor de las 9 horas, a tan solo unos metros de distancia de donde han ocurrido otros deslizamientos en el pasado, como el año 2023, que derivó en el cierre de la ruta por varias semanas.
La camioneta fue arrastrada hasta unos 20 metros desde el camino hacia el estero que fluye paralelo a la ruta y, a pesar de lo violento del incidente, los ocupantes lograron salir.
Jaramillo indica que en el vehículo siniestrado iban cinco personas, tres niños y dos adultos, quienes salieron por sus propios medios y con ayuda de las pocas personas que se encontraban en el lugar.
Tras ello, Sarita decidió retroceder en su vehículo, a fin de encontrar un punto en el que pudiera captar bien la señal de celular para llamar a Bomberos y Carabineros.
“Volví a buscar ayuda y también haciendo cambios de luces para avisar a la gente que iba subiendo”, comenta.
Respecto del estado en el que se encontraban las personas después de salir del vehículo, la testigo entrega detalles.
“Aparte del shock por el incidente, había unos más golpeados, un menor que tenía un corte profundo en una de sus manos, con un sangramiento difícil de parar”, afirma.
“Había un niño que estaba muy asustado, la niña más grande con mucha adrenalina, se notaba que estaba muy golpeada, pero ella no sentía dolor”, complementa.
“La señora tenía un golpe en la espalda, le costaba un poco respirar, con dificultad igual para caminar, y el caballero igual tenía golpes en la espalda, en un momento mencionó que se sentía mareado”, concluye.
Estaban con su ropas mojadas, y entre las mismas personas que se reunieron en el lugar pudieron facilitarles toallas y prendas de vestir secas.
La familia no quiso esperar la llegada de las unidades de emergencia, Sarita los transportó hasta cierto punto, donde un hermano de ella, con quien se había comunicado previamente, los tomó y trasladó hasta un centro asistencial.
Finalmente, Sarita Jaramillo Medina revela que la familia no reside en Futrono, sino en Valdivia, y habían destinado este día feriado para visitar las Termas de Chihuío, llevándose esta chocante y desagradable experiencia que bien pudo tener peores consecuencias.
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