A vuelo de pájaro, son pocos los valdivianos que saben dónde se encuentra la Isla San Francisco, un pedazo de tierra alargado que está justo entre la Isla del Rey y Torobayo.
Sin embargo, este poco conocido islote, será escenario de uno de los proyectos inmobiliarios más innovadores en términos de conservación medioambiental y productividad agrícola a nivel nacional.
Si bien su nombre no es tan original -Isla San Francisco- su propuesta habitacional sí que lo es. Se trata del primer proyecto inmobiliario en la región que está resguardado bajo el Derecho Real de Conservación, es decir, que más del 80% de la isla será destinado a conservación/agricultura y menos del 20% a espacios residenciales.
El concepto de productividad se basa en que, como parte del proyecto, se contempló la existencia de una huerta regenerativa intensiva capaz de producir 40 toneladas de alimentos sanos al año, además de amplias zonas para animales de pastoreo, con la finalidad de abastecer no sólo a sus habitantes de comida, sino que también a comunidades aledañas.
“No se suele asociar la conservación con algo que pueda ser productivo. Se puede tener un proyecto de conservación, consistente, consecuente y ser productivo”, explica Anne Simon, una de las principales responsables de este proyecto junto a su hermano Egon.
“Queremos hacer en esta isla un barrio modélico del futuro. Nuestra aspiración es la de convertirnos en un referente. Demostrar que es posible gestionar el territorio con un enfoque sostenible, con una conservación habitable, económicamente viable y en armonía con el ecosistema, eso es lo que más nos mueve”, indica Gonzalo Cubillos, desarrollador territorial del proyecto.
También esta verdadera comunidad habitacional incluirá un HUB (espacio donde los emprendedores trabajan juntos, colaboran y forman una comunidad) para la investigación, la cual estará enfocada en aprender de los humedales, de la huerta, la soberanía alimentaria y los ecosistemas de la isla.
Otra de las cualidades que prometen elevar la calidad de vida de sus futuros residentes es un parque de más de 60 hectáreas, además desplazamientos al centro de Valdivia, por barco o automóvil, en menos de 20 minutos.
“La conexión fluvial de Isla San Francisco con una serie de muelles y miradores, unirán a sus habitantes con el río. Como valdivianos queremos poner en valor el río y utilizarlo como un medio de transporte limpio", explican.
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