La gran roca conocida como “Muralla china”, en la comuna de Coyhaique, guarda secretos del pasado geológico de la región en una impresionante línea de 40 metros de largo por unos 30 metros de alto en sus partes mas profundas.
Recientemente se hizo un hallazgo científico en la “Muralla china” en el que participaron investigadores de la Universidad Mayor en conjunto con la Universidad de Heidelberg de Alemania y que identificó restos fósiles de distintos organismos calcáreos (crustáceos) presentes en la roca.
Los fósiles dan cuenta del desarrollo de todo un sistema muy similar a los actuales arrecifes de colares que existió en la región en el Cretácico Temprano, lo que pone en evidencia el origen submarino de la “Muralla china” en Aysén hace millones de años.
El geólogo Hermann Rivas, doctorante en la Universidad de Heidelberg en Alemania, y uno de los investigadores del proyecto explicó a revista “Facies” que los principales resultados del estudio indican que estas rocas corresponderían al desarrollo de sistemas calcáreos en un mar de agua poco profunda (similares a los de un arrecife) en las cercanías de volcanes.
Añade que estas rocas presentan un contenido fósil diverso, siendo posible reconocer corales, algas, erizos de mar, ostras, y algunos peces fósiles, los que apoyarían un ambiente de aguas relativamente frías, en contraste con los arrecifes coralinos actuales.
Sin embargo, la influencia de las variables físicas claves del agua de mar en la sedimentación carbonatada, así como también la posición de las plataformas carbonatadas dentro de la cuenca y su interacción con el vulcanismo aún no están claras.
La “Muralla china” se ha hecho mundialmente famoso dentro del ambiente de los escaladores, quienes la aprecian como un desafío atractivo.
Según explicó Rivas al medio científico, el desgaste que ha sufrido la gran pared son la respuesta a la popularidad entre los deportistas que practican escalada.
"Estas rocas se han disuelto localmente, formando pequeñas cavidades llamadas 'tifoni', las que favorecen y hacen esta pared tan atractiva para el escalador", explicó Rivas.
Lo que asombra es que esta gran roca en realidad haya sido submarina millones de años atrás, al igual que toda la Patagonia, algo que evidencian los fósiles calcáreos, es decir, especies con caparazón, esqueleto o concha compuesta por carbonato de calcio.
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