Pap Schop cierra sus puertas tras un cuarto de siglo atendiendo a los futroninos

"No quieren que nos vayamos", dice Carlos San Martín, el emprendedor que debe dejar el local aunque entrega una luz de esperanza a sus clientes. Revisa sus declaraciones en la nota.

Hace algunos días, a través de redes sociales, se difundió la noticia del cierre del tradicional restaurante futronino Pap Schop. 

Quizás el más longevo local de comida rápida de la ciudad, comenzó a funcionar en 1999 bajo la administración de Carlos San Martín, quien conversó con Diario Futrono y explicó las razones del cierre. 

El emprendedor dice que después de todos estos años arrendando, el propietario solicitó el local, por lo que ahora hace la entrega. Pero la noticia causó impacto en la comunidad, y lo han hecho a saber a San Martín. 

“En redes sociales no quieren que nos vayamos, hay cualquier cantidad de gente de sectores rurales, de Futrono y de fuera de Futrono que han adherido a esta petición”, afirma. 

En vista de la situación, San Martín revela que se encuentra en conversaciones en la vía de reubicar el Pap Schop en un nuevo local, aunque advierte que todavía no hay seguridad al respecto. 

El fin de un tradicional punto de encuentro

La historia que acumula el Pap Schop después de 24 años de funcionamiento es amplia: desde los clientes que ocasionalmente pedían el popular plato de pollo con papas fritas, hasta los habituales que convirtieron este lugar en punto de encuentro.

Para muchos el obligado espacio para presenciar los partidos de futbol en TV, ya fuera para compartir la celebración del triunfo o pasar el mal rato de la derrota.

Mucha gente procedente del sector rural concurrió al restaurante, para una colación o un almuerzo en una jornada de trámites, a lo que se agregaba también un especial servicio de utilidad pública, como explica Carlos San Martín.

“En Futrono no había baños públicos, eso era un problema, pero a las personas nosotros las conocíamos así que les prestábamos los baños”, señala.

Ahora el fin del Pap Schop marca un cambio de página, pero queda la esperanza de recuperar el querido local en una nueva ubicación, porque definitivamente la gente no quiere perderlo.

“Altamente agradecido con la gente por su apoyo, nos dicen que si nos trasladamos a otra parte ellos nos siguen”, concluye Carlos San Martín.