El trintraro, insecto que invade casas por culpa del amor veraniego

Aparecen durante las noches más cálidas del verano y, según las abuelas, había que taparse los oídos con algodón.

En las noches más calurosas del verano aparecen en enjambre, en cuestión de minutos pueden infestar una casa y las abuelas decían que había que taparse los oídos con algodón, para evitar que estos insectos entraran y te lastimaran el tímpano.

Son los conocidos trintraros (Porotermes quadricollis) o termitas de madera húmeda, insectos que viven precisamente dentro de los troncos de los árboles con un elevado contenido de humedad y se alimentan de madera. Se encuentran entre Valparaíso y Magallanes, 

Son insectos sociales organizados en colonias, y con un sistema de castas, evidenciado en claras diferencias morfológicas y de las labores que realizan dentro de la colonia.

Están los alados, que son macho y hembra con capacidad para reproducirse, de hasta 20 mm de largo, también están las obreras que no se pueden reproducir, de hasta 10 mm y de color mas claro. Y están los soldados, de mandíbulas fuertes.

El vuelo nupcial

Aquellos que tienen la capacidad de reproducirse abandonan por miles el refugio para realizar el vuelo nupcial durante las noches calurosas de febrero, buscando aparearse y fundar una nueva colonia.

Es en el frenesí de esa luna de miel aérea que se topan con el hábitat humano, entran a las casas e invaden cada espacio durante las horas nocturnas, lo que incluye a las personas cuyo sueño se ve interrumpido al sentir a los insectos caminar sobre la piel, provocando sorpresa y hasta miedo.

Entonces estos ejemplares comienzan a caminar en círculo hasta deshacerse de sus largas alas, las que quedan en gran número en el suelo y sobre los muebles de las casas.

No pican ni muerden, por lo que no representan peligro directo para el humano, solo el susto o la repulsión que a más de alguien le produce sentir un insecto caminar sobre su piel o entre sus ropas. Así que la advertencia de las abuelas sobre proteger los oídos responde más bien al temor.

Otro aspecto interesante sobre este insecto son los variados nombres que recibe en distintas partes del país. En el norte se les conoce como perras peladas, vacas peladas o zorras peladas… en el sur somos más recatados, y les llamamos trintraro, que viene del mapudungun trüntraru, y en Chiloé se les llama chalilos.