Una denuncia ante la Policía de Investigaciones (PDI) de Puerto Varas interpuso este miércoles 21 de diciembre, Piero Aravena, quien halló a su perro “Jager” brutalmente golpeado y abandonado en Puerto Montt.
Según relata el denunciante a Diario de Osorno, su perro de seis años desapareció desde su domicilio.
“Nosotros vivimos en una parcela que tiene dos casas dentro del mismo terreno, y el jueves 8 Jager no estaba cuando llegó mi pareja, quien salió cerca de las 10 y volvió a las 16”, relata el propietario.
Y cuenta las acciones que adoptaron tras su desaparición, luego que salieran a buscarlo y no pudieran encontrarlo.
“El mismo viernes empezamos a publicar las características de Jager y sus fotos, en grupos de Facebook y de animalistas de Puerto Varas y de Puerto Montt”, recuerda Aravena.
Agrega que el martes 13 les enviaron una foto de un perro que se parecía mucho, pero que estaba cerca del colegio Santo Tomás de Puerto Montt, a una distancia de 30 kilómetros desde la parcela.
“Es imposible que se haya ido solo. Y con las lesiones que tenía, al perro lo pescaron, se lo llevaron y lo tiraron ahí donde quedó, por las lesiones que tenía”, subraya.
Piero Aravena detalle a Diario de Osorno que el informe de la veterinaria dio cuenta de fractura de cráneo, de hocico y de maxilar, además lesiones en el cuello por haber sido amarrado con un alambre, infección por larvas de moscas en la herida del cuello y perforación del paladar.
Asimismo, manifiesta que aún no tienen claro si las lesiones que tiene su perro son recuperables.
“Uno de los huesos que le fracturaron prácticamente desapareció, que es un hueso que sostiene la mandíbula para poder cerrarla. La profundidad del golpe además produjo una fractura en la base del cráneo y Jager estaba con una encefalitis, que es una inflamación del cerebro”, comenta.
Y añade que la veterinaria le señaló que, por lesiones de este tipo que ha visto en otros perros, éstos tienden a volver a hacer encefalitis a lo largo de sus vidas, como también cuadros de epilepsia o problemas motores.
Relata que Jager está en un tratamiento con corticoides que se extenderá por aún dos semanas más, para poder bajar la inflamación, y luego tendrá control para una cirugía paliativa para la mandíbula, que es la única fractura que se puede corregir.
Consultado sobre la posibilidad de aplicar eutanasia a su perro, Piero explica que falta evaluar temas médicos durante algunos meses, pero no descartan esa opción.
“Jager era terriblemente activo y jugaba harto. Entonces, si queda con algún problema que determine que va a tener una mala calidad de vida, eso es prioridad”, indica Aravena.
Piero además cuenta que al presentar la denuncia ante la PDI incluyó el nombre y el teléfono de un hombre, quién él cree que lo atacó.
“En la casa de al lado, ubicada en el mismo terreno, estaban haciendo unos trabajos porque se había ido el arrendatario anterior. La persona que vino fue el gasfiter”, señala.
Relata que el periodo se acota porque las vecinas llegaron entre las 13 y 14, lapso en el cual esa persona ya había ido a hacer trabajos.
Además, comenta que le dijeron que no es muy alentador el panorama ya que, si efectivamente él es el responsable, solo le cursan una multa. Pero enfatiza que, pese a ello, seguirán adelante con la denuncia.
“Hay una mala intención detrás. Si mi perro hubiera mordido a alguien yo me hago responsable, tanto de las lesiones que pudiera haber producido él como de las lesiones que le provocaran por defenderse. Pero llevárselo a 30 kilómetros de la casa es para esconderlo, que no se viera y ojalá no lo pillara”, recalca Piero Aravena.
El tratamiento de Jager ha significado un alto costo económico para esta familia y queda pendiente la cirugía que deberá enfrentar, la que tiene un valor aproximado de $350.000. No obstante, Piero cuenta que hará todo lo que esté a su alcance para salvar la vida de su fiel compañero.
Quienes deseen colaborar con esta familia en la recuperación de Jager, pueden contactarlo al siguiente teléfono: +56951387678.
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