Amado Traro Quintro es oriundo de Trumao, en La Unión, y estuvo de cumpleaños el 28 de diciembre, pero no es cualquier cumpleaños, porque cumplió nada menos que 100 años.
Con ayuda de su orgullosa familia, hoy cuenta parte de su historia de vida a Grupo Diario Sur en este centenario cumpleaños.
Amado nació en Trumao y ha vivido prácticamente toda su vida ahí, a excepción de algunos años en los que vivió en Osorno, donde estudió hasta 6° y se dedicó a diversos empleos.
Fue panadero, lustrador de botas y cuando volvió a Trumao trabajó como campero, lechero y a sus 70 años empezó con artesanía en mimbres.
En 1953 se casó con Fidelmira González y formó una gran familia con 12 hijos, 32 nietos, 38 bisnietos y hasta una tataranieta. Esos años fueron los mejores, cuenta, porque se dedicó a educar y criar a sus hijos siguiendo su fe, pilar importante en su vida, que, junto con la buena alimentación, le permite llegar a esta edad.
Físicamente Amado se encuentra en óptima condición, pero padece de demencia y Alzheimer, por lo mismo se refirió a las mejoras que debiera tener la salud con los adultos mayores en términos de atención.
Dentro de los ejemplos mencionó que le gustaría más visitas a domicilio con especialistas para adultos postrados, “porque al momento de solicitar una hora al médico debemos esperar semanas para que atiendan y eso empeora la salud”, lamenta el centenario adulto mayor.
Además, declara que, si bien hay programas para adultos mayores, esto no cuenta a la tercera edad de zonas rurales, para quienes es imposible viajar a la ciudad.
Finalmente, respecto a qué consejo le daría a la gente en base a su experiencia, manifiesta que le gustaría que la juventud sea más educada en todos los sentidos, en especial con los adultos mayores.
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