El maíz choclero es un tipo maíz presente en Chile desde tiempos precolombinos y, debido a sus características particulares como sabor, textura y aroma, posee un valor cultural y económico importante para el país.
Actualmente, la diversificación varietal de este tipo de maíz para consumo fresco y otros maíces se ve desafiada, motivo por el cual la investigadora del Instituto de Investigaciones Agropecuarias La Platina, optó por estudiar la diversidad genética de este maíz tradicional y el rol que puede cumplir en el mejoramiento de los cultivos.
Chile posee una gran riqueza y diversidad genética en varias especies de importancia agrícola -como el maíz- producto del cultivo histórico de agricultores en zonas del país con diversos ecosistemas, climas y culturas.
Hoy el cultivo de maíz se enfrenta desafíos como lo son: responder a las nuevas demandas de un mercado que busca volver al sabor, textura y aroma de las variedades tradicionales del maíz -las cuales fueron desplazadas partir del proceso agricultura basada en el uso de variedades comerciales-, y también la necesidad de contar con semillas que se puedan adaptar a condiciones extremas en un contexto de cambio climático.
“Los programas de mejoramiento de cultivo del maíz en Chile comenzaron en la década de los ‘70. En ese momento, estos programas estaban enfocados en lograr un mejor rendimiento y uniformidad del maíz, por lo que las variedades tradicionales fueron desplazadas por híbridos de base genética limitada", explica Erika Salazar, doctora en Ciencias de la Agricultura e investigadora de INIA La Platina.
"A pesar que esta estrategia fue efectiva en lograr un mejor rendimiento, provocó que características importantes del maíz choclero –como su sabor, aroma y textura- fueran modificadas, dado que se ingresaron con otros tipos de maíz, como el dulce (para buscar precocidad) y el dentado (para aumentar su tamaño)”, agrega.
Ante este escenario, conocer la diversidad genética que existe entre las variedades tradicionales del maíz choclero es fundamental, ya que esta información representa el primer paso para entender su potencial y aprovecharlo en los programas de mejoramiento que actualmente existen en Chile.
Es por este motivo que la investigación se concentró en caracterizar morfológicamente diversas accesiones- muestras representativas- de variedades locales del maíz choclero para conocer su potencial genético.
Las variedades de maíz estudiadas forman parte del material conservado en la Red de Bancos de Germoplasma de INIA, un lugar destinado para la preservación de la diversidad genética de especies, que hoy alcanza 45 mil accesiones y variedades de importancia agrícola.
El análisis liderado por la Dra. Salazar estudió 34 accesiones -muestras representativas- de variedades locales de maíz choclero de un total de 96 que actualmente conforman la colección.
Estos materiales fueron recolectadas en diversos periodos a partir del año 1952 y desde diversas localidades entre las regiones de Arica y Parinacota y Los Lagos, para luego ser conservadas en el Banco de Germoplasma de INIA La Platina.
A través de una amplia caracterización de rasgos fenotípicos, la investigadora identificó rasgos morfológicos importantes presentes en el acervo genético y una amplia gama de variaciones tanto en forma como en fenología, tales como: fecha de floración; longitud y peso de la mazorca; tamaño y textura del grano, entre otras.
Estos resultados se traducen en el conocimiento de una importante fuente de diversidad genética que, mediante un trabajo previo de pre-mejoramiento, puede ser utilizado por los programas de mejoramiento genético de choclero.
Respecto a los hallazgos, la Dra. Salazar concluye: “Esta investigación presenta el primer paso para demostrar el valor de este germoplasma del maíz choclero, y es parte de las estrategias para optimizar su conservación y promover su utilización”.
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