El voraz incendio que dejó sin hogar al comandante de bomberos de Futrono, Rodrigo Sepúlveda, y a su familia no sólo se llevó el inmueble en el que vivían sino algo mucho más valioso: los dos perros que los acompañaban desde hace dos y tres años.
Hirochi, una mezcla de San Bernardo con Akita, que se crió con el menor de sus hijos, y Kyra, pastor alemán, que además estaba preñada, son las mascotas que también se llevó el fuego que este miércoles 21 de septiembre hizo desaparecer la casa en la que vivía esta familia, a seis kilómetros de la localidad de Coñaripe, en la comuna de Panguipulli.
En sus redes sociales, Rodrigo Sepúlveda hizo un enérgico llamado: “lo único que pido es justicia para mis dos perritos que eran los regalones de la casa y de mi hijo menor. Ayúdenme a difundir esto para que los responsables paguen tremenda maldad que hicieron”.
Intencionalidad
En cuanto a las posibles causas de este incendio, Labocar se encuentra trabajando en una línea de investigación que apunta a un hecho intencional, hipótesis que Sepúlveda refuerza aseverando que su pareja recibió numerosas amenazas desde hace al menos un año, por muchas de las cuales se dejó constancia en Carabineros.
En conversación con Diario Futrono el comandante de bomberos afirma que han sido amenazas para que abandone la casa, como también de incendio y de muerte en contra de su pareja. La última de éstas habría sido hace un mes y medio atrás, “de muerte, sin denuncia, pero con testigos, y también de incendio”.
Relata que por las fiestas “no había nadie en la casa desde el 15 de septiembre, con luz y agua cortadas”. Su cuñada iba todos los días a darle comida a los perros y la última vez que acudió a chequear el inmueble fue el martes 20, alrededor de las 14 horas, y estaba todo en orden.
Hoy, Sepúlveda apela al trabajo de la policía para que dé con los responsables de este incendio que lo dejó sin hogar, pero también sin dos grandes compañeros de vida: Hirochi y Kyra.
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