Una querella contra quienes resulten responsables presentó la familia de una mujer que murió días después de una operación realizada en el Hospital Base de Valdivia. La familia apunta a un médico en particular, quien no habría tomado los resguardos necesarios para evitar el fatal desenlace.
Se trata del caso de Loreana María Moreno Beneventi, quien falleció el 6 de octubre de este año, en el Hospital Base de Valdivia. Su familia manifiesta que hubo negligencia en su caso, el que quedó expuesto en la acción legal.
MOLESTIAS POST OPERACIÓN
Según el texto judicial, como parte de su tratamiento en contra de una enfermedad autoinmune, Loreana Moreno decidió someterse a una operación de extracción de bazo. El 12 de agosto fue operada por un Médico Cirujano.
Al día siguiente, se indica que la paciente despertó con muchísimo dolor, molestias y una gran hinchazón abdominal, lo que se habría debido a “exceso de aire”, según habría indicado el doctor.
Dos días después y en adelante, el dolor y las molestias aumentaban, agregándose diarrea y fuerte fiebre. Pese a la preocupación de la familia “no se le realizó examen alguno. Por el contrario, el médico tratante insistía con que las molestias “eran producto de la operación” ordenando que le administren paracetamol y viadil”, siendo posteriormente dada de alta, pese a los malestares que se mantenían.
URGENCIAS
El texto agrega que Moreno “debió realizarse un recuento plaquetario, y para objeto de analizar los resultados, tuvo consulta el día 9 de septiembre. A esa fecha, Loreana se sentía muy mal, con diarrea y mucha hinchazón abdominal, ante lo cual, la especialista la envió inmediatamente a Urgencias, donde se le realizó una tomografía computarizada (TAC) para determinar el motivo de los síntomas" y descartar la presencia de materia fecal.
“En la mañana del día siguiente, la hermana de la paciente, Paulina Beneventi, conversó con otro médico, quien le explicó, de acuerdo al examen TAC, que Loreana tenía perforado un órgano y que lo más probable es que lo anterior haya ocurrido durante la extirpación del bazo”, lo cual le originó un absceso.
Para saber si la perforación estaba vigente o cicatrizada, éste último doctor les habría indicado que eso quedaría más claro tras una endoscopía, la cual no se habría efectuado, lo mismo habría ocurrido con una punción para drenar el líquido, la que dicho profesional habría manifestado a Paulina que sí iban a realizar.
DÍAS CRÍTICOS Y UN FATAL DESENLACE
La querella menciona que “con el pasar de los días, los distintos síntomas continuaban presentándose, hasta que el 14 de septiembre, y sin indicarles a los familiares el motivo, Moreno fue trasladada a la UTI quirúrgica del mismo recinto hospitalario”.
Ya el 16 de septiembre y ante la insistencia de Beneventi, se realizó la punción, “sacando dos jeringas grandes que contenían materia fecal, e instalando un drenaje permanente para que siguiera eliminando líquidos”.
Finalmente, el 21 de septiembre -después de 40 días desde la operación- se le realizó una endoscopía a la afectada, “y pudieron confirmar que el colon se encontraba perforado y que había “materia fecal” por todas partes, tomando el control de la situación otro doctor, aunque para la familia ya era tarde”.
Paulina Beneventi, detalló a Diario de Valdivia que días posteriores su hermana entró en un coma profundo, del cual no despertó jamás, falleciendo el 6 de octubre con el abdomen abierto y convulsionando, señalando que los exámenes se hicieron tardíamente.
Beneventi, señala que incluso el día que murió Loreana, le tomó la mano percatándose que la identificación que tenía no correspondía e indicaba otro nombre, agregando que con la querella esperan que este tipo de hechos no se repitan, porque la vida de su hermana nadie se la devolverá.
Desde el recinto asistencial manifestaron que no se referirán al caso, dado que existiría una mediación ante el Consejo de Defensa del Estado, lo que completamente descartado por la hermana de la fallecida.
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