El 2020 está a punto de terminar, por lo que es un buen momento para analizar un poco del panorama al que se enfrentará la selección de Chile el próximo año, sobre todo si se considera que el cierre de actividades no ocurrió de la mejor manera.
No queda ninguna duda de que el deporte (y todo el mundo, en general, se vio afectado por la contingencia sanitaria y esto ha tenido repercusiones en todos los ámbitos, incluido el desempeño de la Roja, que cerró la última fecha FIFA en el sexto lugar de Conmebol. Un puesto poco alentador, si se toma en cuenta todo lo que conlleva.
Si las eliminatorias mundialistas acabaran en este momento, Chile se perdería la cita en Qatar, lo que significaría su segundo mundial de forma consecutiva, tras quedarse fuera de la justa en 2018, cuando Rusia fue la sede.
Mejorar o arriesgarse a la eliminación
El arranque de este clasificatorio no ha comenzado de la mejor manera para el combinado que dirige Reinaldo Rueda, con un balance de solo cuatro puntos, producto del triunfo ante Perú, el empate contra Colombia y los reveses sufridos frente a Uruguay y Venezuela.
La Roja está muy alejada de dos serios contendientes como Brasil (12 puntos) y Argentina (10 puntos), incluso Ecuador, que ha sido una de las sorpresas en esta eliminatoria, tiene cierta ventaja al acumular nueve puntos en cuatro fechas disputadas en 2020. Paraguay y Uruguay, en cuarto y quinto lugar, con boleto directo y zona de repechaje, respectivamente, tienen menos margen de ventaja, con seis puntos cada uno.
Empatados con Chile, encontramos a una irreconocible selección de Colombia, que no ha encontrado el ritmo para establecer su mejor fútbol, en tanto Venezuela (3 puntos), Perú (1) y Bolivia (1) cierran la tabla de tan reñido sector.
Con este panorama, a la Roja le es muy necesario comenzar a sumar de a tres puntos para tratar de apretar la contienda y buscar un boleto directo a la Copa del Mundo o, en su defecto, conseguir la repesca internacional con un rival de otra confederación que todavía no está definida.
La vuelta de las eliminatorias mundialistas se dará en marzo, cuando Chile reciba a Paraguay en Santiago y de ahí viaje a Quito para medirse ante Ecuador; pasarán tres meses y, en junio, la Roja visita a Argentina y recibe a Bolivia; una vez hecho esto, toca medirse a Brasil en casa para cerrar la primera vuelta de la eliminatoria y volver a jugar contra todas las selecciones en un apretado calendario que abarca dos partidos mensuales, entre septiembre y marzo.
Mención aparte para la Copa América, que se pospuso para 2021 a raíz de la pandemia y que se llevará cuatro días después del partido de eliminatoria contra Bolivia.
Los partidos de Chile se desarrollarán en territorio argentino, primero ante los anfitriones, un reencuentro contra los bolivianos, contra Uruguay, ante Paraguay y un partido contra Australia (una de las dos selecciones invitadas a la Copa América), para cerrar la fase de grupos y aspirar a avanzar y buscar otro título continental que se sume a los de 2015 y 2016.
Se acerca el cambio generacional
Lo cierto es que aquella generación que nos ha sorprendido desde 2010 en el Mundial de Sudáfrica, que ganó la Copa América en 2015 y 2016 y que hizo festejar a muchos por esos logros, está en sus últimos momentos, por lo que parece inevitable que apelen a una renovación de plantel para tratar de mantenerse competitivos.
La gran mayoría de ellos ya no son esos jóvenes que sorprendieron al mundo al derrotar dos veces a la selección argentina comandada por Lionel Messi. La gran mayoría ha superado la barrera de las tres décadas de vida y no están al mejor nivel para hacerle frente a los próximos retos de la Roja en este par de años rumbo a la Copa del Mundo en Qatar.
Una de las principales preocupaciones debería ser la del centrodelantero, una de las posiciones claves al ataque, pues son los principales referentes en fútbol y aquellos jugadores cuya tarea principal recae en fabricar los goles para los suyos. El buscar a nueva sangre para esta posición se ha vuelto en una tarea clave para la selección.
“Otra de las principales situaciones que tiene que afrontar el equipo de Reinaldo Rueda es la búsqueda de un 9 nominal que se adueñe por completo de la titularidad. Los últimos en jugar en punta fueron Eduardo Vargas y Alexis Sánchez, sin embargo, estos dos han pasado los 30 años y pronto vendrá su declive futbolístico; en la eliminatoria de Conmebol rumbo a Qatar han probado con Felipe Mora, el ariete del Portland Timbers pinta como el sustituto natural en la zona de ataque, sin contar un posible regreso de Nicolás Castillo en el 2021”, expresó Yael Rueda, analista del portal Casas de Apuestas, acerca del futuro de la Selección Chilena.
Lo cierto es que Nicolás Castillo, quien está en recuperación por una trombosis, Angelo Sagal y Junior Fernandes son jugadores jóvenes y talentosos pero que no han tenido la oportunidad de demostrar su valía, en gran parte por las lesiones que los han aquejado, así como por la continuidad de los más veteranos en sus respectivas posiciones. Sin embargo, una correcta recuperación y el declive de jugadores como Edu Vargas, quien dejó a Tigres de México para recalar en Brasil con el Atlético Mineiro, son factores que hacen más evidente este necesario relevo generacional.
Otros jóvenes como Jean Meneses e Iván Morales se han hecho de un hueco en las convocatorias de Reinaldo Rueda, en parte ante la inevitable decadencia a la que se enfrentarán elementos consolidados, pero veteranos como Arturo Vidal, Jean Beausejour (a quien ya se le busca reemplazo) y Claudio Bravo, quien recientemente se lesionó con el Real Betis en España y también supone una duda vital para la selección: la portería.
La última convocatoria contó con Brayan Cortés (Colo-Colo) y Omar Carabalí (San Luis) como suplentes, pero en algún momento tendrán que tomar los guantes y defender la meta de la Roja, pues a Bravo no le queda mucho tiempo frente al arco. Se encuentran en buena edad (25 y 23 años, respectivamente) para aprender y consolidarse en la posición.
Lo cierto es que Rueda también ha convocado a muchos otros jóvenes como Nicolás Díaz (21 años), Sebastián Vegas (23), Francisco Sierralta (23) en la zaga; Erick Pulgar (26) en el mediocampo; así como a Niklas Castro (24) para foguearlo a la ofensiva. La renovación se ha vuelto necesaria para este plantel, al que le urge una pronta maduración para no ceder en la lucha por el sueño mundialista en Qatar.
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