La industria del turismo en Chile, está atravesando hoy una tormenta perfecta que nos enfrenta a la peor crisis de nuestra historia. Así de profundo es el impacto que ha sufrido nuestro sector a partir del estallido de violencia que se registra desde el 18 de octubre pasado, pero que ahora adquiere dimensiones inimaginables con la llegada del Coronavirus al país, y que tiene en estado de emergencia a gran parte del planeta.
Estamos en una situación crítica, con restaurantes que están cerrando, con aerolíneas y hoteles que prácticamente no pueden seguir operando, con agencias de viaje y toda la cadena del sector en un grave estado de fragilidad.
De nuestra parte, hemos adoptado todos los protocolos y medidas necesarias para resguardar la salud de los turistas que aún se encuentran en Chile, y de todos nuestros trabajadores, a quienes se les está entregando información permanente y guiando en lo que requieran. Lo mismo en relación al funcionamiento de los establecimientos turísticos y los servicios asociados, y en la comunicación hacia al extranjero.
Han sido muchos meses de una dramática y prolongada crisis, que no sabemos cuándo terminará, y que es muy difícil sortear para un sector que está compuesto por 97 mil empresas micro, pequeñas, medianas y grandes, que no podrán resistir el escenario actual.
Hasta antes de la llegada de esta pandemia, durante los últimos cinco meses, se han destruido cerca de 40 mil empleos en el turismo, cifra que se podría más que duplicar en las próximas semanas con una actividad que estará prácticamente paralizada.
De hecho, como industria hemos hecho una proyección de que el Coronavirus provocará pérdidas significativas para el sector. Nuestra estimación es que en 2020 llegarán a Chile 1 millón 900 mil turistas extranjeros, versus los 4 millones 500 mil que lo hicieron en 2019, cifra que representa una caída de un -56,4% este año en relación al anterior. Esta baja de cerca de 2 millones 500 mil visitantes extranjeros implicarían una pérdida de 1.300 millones de dólares.
Precisamente, dado este calamitoso escenario que enfrentamos, le solicitamos al gobierno del Presidente Piñera, que aplique un paquete de medidas para apoyar a las empresas del sector, porque la crisis es tan profunda, que sin una ayuda por parte del Estado será muy difícil mantenernos de pie, y muchas empresas verán amenazada su existencia, como ya ha venido ocurriendo con un número importante de ellas.
Se trata de medidas referidas a tres ámbitos: flexibilidad en el pago de las obligaciones legales e impositivas, generación de liquidez y activación del empleo.
En relación al primer punto, planteamos postergar el plazo para declarar el IVA y otros impuestos mensuales; postergar el pago de contribuciones para bienes raíces; no pago de patentes comerciales; postergar el pago de imposiciones (u otros vinculados a leyes sociales), sin afectar la protección del trabajador; y devolución de impuesto para empresas turísticas sin condiciones de ventas u otros.
Para la generación de liquidez, pedimos al gobierno que interceda ante la banca para que otorgue la mayor flexibilidad en las renegociaciones, postergaciones y pagos de créditos vigentes hasta que se normalice la situación actual.
En materia de activación laboral, solicitamos que se extienda la protección del empleo y complemento salarial por jornada reducida, extensión del seguro de cesantía, aumento transitorio de la tasa de reemplazo y flexibilidad en los requisitos de elegibilidad, permitiendo que más personas puedan acceder al beneficio en caso de quedar desempleado.
Finalmente, quiero hacer un llamado a mantenernos muy unidos para sortear esta tormenta perfecta que nos impone el desafío más importante que hemos tenido en nuestra historia como sector. Somos una industria resiliente, y por lo mismo, tengo plena confianza de que seremos capaces de levantarnos, como lo hemos hecho en otras oportunidades, y seguir siendo un motor de progreso y desarrollo para el país y los chilenos.
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