Esto se debe, principalmente, a jornadas de trabajo muy intensa y estresantes que provocan en el trabajador depresión y ansiedad, motivos que desembocan en la gran mayoría de las bajas laborales.
El principal detonante del síndrome de burnout es el entorno laboral y las condiciones de trabajo y puede tener consecuencias muy graves, tanto a nivel físico como psicológico. Está demostrado que los empleados expuestos a altos niveles de estrés, carga de trabajo excesiva o una mala relación con los compañeros de trabajo pueden llegar a padecer un estrés crónico que acabe provocando el desgaste laboral.
Los principales afectados por el síndrome del trabajador quemado suelen aparecer, con mayor frecuencia, en aquellas personas que desempeñan un oficio que implique dedicación y entrega hacia otras personas que dependen en gran medida de la labor del trabajador como es el caso de médicos o docentes.
A partir del 2022 la OMS (Organización Mundial de la Salud) incluirá el Síndrome de Burnout como una enfermedad asociada al empleo con el objetivo de detectar a personas afectadas con este trastorno y facilitar la gestión de bajas e incapacidades. Entre los síntomas más comunes destacan:
La mejor manera de reducir los niveles de estrés y ansiedad que pueden provocar el síndrome es realizar actividades deportivas como puede ser practicar yoga, despejar la mente con juegos de azar como el blackjack NetBet o tomar baños relajantes. En casos extremos, puede ser necesario buscar la ayuda profesional de un psicólogo.
Sin duda, la mejor manera de evitar padecer este trastorno es importante no excederse en el ritmo de trabajo, cultivar una buena relación con los compañeros de trabajo e intentar, en la medida de lo posible, separar el ámbito laboral del personal.
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