Este jueves fue operado Gabriel, joven de 17 años oriundo de Futrono, quien el pasado 11 de noviembre, mientras regresaba de una manifestación en el centro de Valdivia, recibió un impacto en el rostro que fracturó su mandíbula en dos partes.
Diario Futrono habló con la madre del joven, quien informó que Gabriel se encuentra bien físicamente, pero muy afectado en lo emocional. Este jueves fue intervenido quirúrgicamente en el Hospital Base Valdivia, para corregir el daño que provocó el objeto en el costado izquierdo de su cara.
Si fue un balín o perdigón es ahora materia de investigación, ya que el objeto entró y salió de su cuerpo, pero dado el daño causado, todo apunta a que fue un balín. Gabriel asegura que fue percutado por Carabineros.
A ROSTRO DESCUBIERTO Y CON LAS MANOS ARRIBA
Laura cuenta que su hijo, con quien vive hace algún tiempo en Valdivia, caminaba junto a un grupo de amigos a la altura del terminal de buses de la ciudad, cuando advirtió que Carabineros se acercaba tras dispersar a manifestantes del centro. Miró hacia atrás y recibió el impacto en la cara, corrió en dirección a la 1era. comisaría que está cerca para pedir ayuda, pero los funcionarios que resguardaban el frontis se la negaron y lo conminaron a salir del lugar.
“Él no estaba encapuchado, fue con las manos arriba y herido a pedir ayuda a una comisaría, pensando que ahí encontraría seguridad, pero no lo ayudaron”, dijo su madre.
Gabriel se desvaneció a un par de metros debiendo ser trasladado hasta el servicio de urgencias por una ambulancia.
“Afortunadamente lo que tiene no es de vida o muerte, pero lo dejaron marcado para toda la vida y lleno de rabia, que es lo más triste. Dice que no siente miedo, pero despierta asustado pensando que lo vienen siguiendo”, relató su mamá.
Así también aclaró que no está de acuerdo con la violencia y el vandalismo, pero el actuar de Carabineros, para ella, no tiene justificación. "Carabineros no discrimina, no dialoga, sólo actúa, no ve que en la calle circula gente que no le hace daño a nadie, adultos mayores e incluso niños”, dijo.
Finalmente, agradeció a todos quienes la han apoyado en estos difíciles días, sobre todo al personal del hospital que ha atendido al joven. "Ahora entiendo también la realidad que se vive en los hospitales, ni siquiera había medicamentos para calmar el dolor de mi hijo", agregó.
Respecto a posibles querellas, dejó todo en manos del INDH, quienes fueron al hospital a visitarlos, y cuyo caso y otros serán presentados a la Misión Internacional de la ONU.
La madre sólo está mentalizada en la recuperación y en sanar las heridas emocionales que quedaron en Gabriel.
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