Es una situación bastante común en el sur de Chile: Entramos a casa y vemos a nuestro perro que comienza repentinamente a rascarse todo el tiempo, y ya sabemos lo que podría ser la causa: Las pulgas.
Son los parásitos más comunes que sufren las mascotas y además de ser incómodos para ellos, pueden acarrear una serie de otros problemas.
Detectarlo es relativamente sencillo, en la mayoría de las ocasiones, la mascota "se pega" pulgas cuando se relaciona con animales afectados. A estos ácaros les gusta instalarse en sus presas, y es difícil deshacerse de ellas. Se alimenta de su sangre y se reproduce rápidamente: Una pulga puede poner 30 huevos al día.
Después de un período que va de los de 4 a los 12 días, los huevos se convierten en larvas, que se alimentan de heces de pulgas y células muertas del pelaje del perro. Luego se convierten en pulgas en busca de una nueva presa. Por esta razón, es necesario combatir no solo las pulgas, sino también las larvas y los huevos.
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