Una bochornosa jornada tuvo ayer el equipo de Deportes Valdivia tras empatar a tres goles ante Ñublense en Chillán.
Todo sucedió cuando el "mortero" se levantó de la banca para reclamar por un cobro arbitral y un sujeto se le cruzó y le levantó la mano para que vuelva a sentarse.
"Ahí le di un manotazo en la espalda, que no fue más que eso. Ni siquiera hubo lesiones. Cuando llegamos a Carabineros, ellos me dijeron que les daba pena por el mal rato y porque estaban perdiendo el tiempo en una situación como ésta", contó Aravena a un matutino capitalino.
Afortunadamente el entrenador del Torreón fue dejado en libertad con relativa rapidez y llamó a que en los estadios los guardias usen tenidas que sean más fáciles de identificar.
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