Para este experto en turismo, la zona de humedales tiene todas las características para convertirse en el más importante destino de la Región de Los Ríos.
Tras la decisión de Comunidad Humedal de potenciar el turismo de intereses especiales, centrado en el avistamiento de aves, se buscó a una consultora con experiencia en el tema para que los apoyara en la tarea de desarrollar un polo turístico junto al río Cruces. La selección recayó en la empresa Atlasip, dirigida por Juan Pallares. Este periodista de profesión, que se desempeñó como corresponsal de El País y France Presse en Marruecos y Afganistán, desde hace varias décadas se especializó en temas ambientales, lo que le llevó a trabajar en proyectos turísticos en Aysén, Atacama, Arica y La Araucanía.
Por su expertise profesional supo del desastre ocasionado por la planta de Celulosa Arauco en el río Cruces. “Este episodio fue una noticia a nivel mundial, muy dura para la región, porque la puso en la lista negra de los destinos turísticos ambientales. La imagen de los cisnes muertos en el humedal fue devastadora. Eso me hice venir por aquí en un momento que no se veía una recuperación de los humedales”, comentó.
El año pasado comenzó a colaborar con Comunidad Humedal para generar un proyecto turístico en el río Cruces. “La importancia ecosistémica del río Cruces se combina con un entorno natural muy excepcional. En la ribera del Océano Pacífico, salvo los humedales de Maullín, no existe otro lugar tan importante para la conservación de aves, en un lugar que, además, cuenta con añadidos culturales, como es la cercanía a la histórica ciudad de Valdivia, y la presencia de la Cordillera de la Costa, lo que conforma un paisaje muy atractivo”, señaló.
Por eso, para Pallares los humedales del Río Cruces no solamente tienen el potencial para convertirse en un destino turístico, sino que puede tener ribetes internacionales, por lo que podría ser el eslabón principal de un mosaico que completan los destinos Sietelagos, la cuenca del Ranco y Valdivia-Corral. “Esto no ha podido ser realidad por el desastre ecológico del 2004, y el desconocimiento de las autoridades del potencial turístico del río Cruces, lo que se está revirtiendo gracias al esfuerzo de las comunidades implicancias. Estamos recogiendo los primeros frutos de un atractivo turístico internacional, que se verá en los próximos meses”, añadió.
En efecto, desde su punto de vista el trabajo de las comunidades es la esencia del éxito del proyecto. “La gente es más importante que las instituciones, incluida Comunidad Humedal, o los propios recursos que puedan llegar. Es fundamental que las etnias originales vuelvan a enorgullecerse de su territorio y a redescubrir sus ríos y adquieran consciencia de la relevancia internacional de su entorno, para desarrollar un turismo receptivo, como lo están haciendo algunas comunidades como La Punta en Pelchuquin. En términos de turismo de conservación este lugar es como el poblado de Asterix, porque frente a todo tipo de dificultades están consiguiendo un impacto muy positivo que se va a ver en los próximos meses”, finalizó.
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