Las extendidas horas expuestos a aguas en movimiento y estancadas, cambios de temperaturas y el sol, e incluso la introducción accidental de insectos en el conducto auditivo, son algunas de las razones para dedicar especial cuidado a los oídos este verano. Especialistas de la Universidad Católica comparten algunas recomendaciones para evitar y solucionar a tiempo, cuadros delicados que afectan al oído en niños y adultos.
Según el Dr. David Jofré, Jefe del Departamento de Otorrinolaringología de la Universidad Católica, la otitis externa es un cuadro clínico bastante frecuente en Chile, y si bien en algún momento fue más propio de climas cálidos y países tropicales, hoy con el alza de los viajes y de los deportes acuáticos, se ha transformado en algo más generalizado".
En caso de acompañarse por fiebre, se sospecha el curso de una otitis media que es un cuadro clínico distinto no relacionado con el agua, sino con congestión de la vía aérea.
Por su parte, Karina Aracena, tecnólogo médico especialista en otorrinolaringología y docente de la carrera de Fonoaudiología de la Universidad Católica, explica que una de las enfermedades más comunes del verano es la otitis externa.
“La principal causa es el daño que sufre la piel del interior del oído, tras el contacto prolongado con el agua, algunas veces contaminadas, y la erosión por el secado con objetos como los cotonitos. Hay agentes patógenos en las aguas, que usualmente infectan pequeñas heridas que se forman en el oído”, explica la docente.
PRECAUCIONES Y CURAS
El Dr. David Jofré explica que en el caso de la otitis externa, el tratamiento es local. Y en la otitis media aguda, cuando se corrobora el origen bacteriano, el tratamiento es con antibiótico.
“Si hay mucha supuración y otros síntomas, es bueno que lo vea un otorrino, para que pueda drenar la secreción del oído, aspirar la otorrea, con lo cual se alivia el dolor y la sensación de oído tapado también. Hay determinados pacientes que pueden evolucionar y complicarse con hongos en los oídos. Es importante evitar el abuso de las gotas con antibióticos y siempre consultar a un especialista”.
Aracena añade que: “En caso de veranear en lugares ventosos o fríos, deben usarse gorros u orejera. Y si se presentan otitis, jamás introducir objetos o productos, tampoco aire caliente con conos encendidos, ya que el daño podría ser gravísimo si se quema el tímpano”. El secado debe ser suave con tocaciones, sin restregar el oído, con toalla suave o con papel absorbente. En temporada de calor, el oído se seca rápida y espontáneamente.
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