Ya ha sido noticia en todo el que un grupo de lobos marinos están ingresando al Santuario de la Naturaleza para depredar un elevado número de cisnes de cuello negro.
Es por esta razón que durante la tarde del jueves se reunieron en INFOR (Instituto Forestal) un grupo de especialistas por tercera vez para evaluar cuáles serán los próximos pasos a seguir.
Lamentablemente, se descartó el tomar acciones inmediatas, ya que, coinciden los expertos, primero es necesario elaborar un estudio serio que permita tomar las decesiones correctas para este caso.
"Esta reunión está citada para dicutir la elaboración un estudio para profundizar en el tema y abordar alguna solución a futuro", anunció a su llegada Eduardo Jaramillo, miembro del Instituto de las Ciencias de la Tierra de la Facultad de Ciencias de la Universidad Austral de Chile, agregando que "la cifra de cisnes muertos ha aumentado al punto de que sólo hoy fallecieron 8 cisnes, con lo que estamos llegando aproximadamente a 230".
Por su parte, Layla Osman Directora de Conservación de la ONG Conectar para Conservar, se refirió a la que parece ser la solución más discutida en el entorno científico, la de un eventual traslado de los ejemplares que ingresaron al Santuario de la Naturaleza.
"Llegamos a la conclusión de que era necesario detectar cuáles eran los lobos marinos que estaban matando a los cisnes, capturarlos y poder trasladarlos a un lugar muy lejano. Ahora, existe la posibilidad de que si son llevados incluso a mil kilómetros de distancia, estos lobos puedan regresar dado que conocen muy bien su medio marino y tienen una especie de GPS interno. Dado este caso la solución defintiva sería llevarlos a un Zoológico", sentenció Osman.
No obstante la gravedad de la situación, ambos especialistas se mostraron cautos a la hora de anunciar medidas.
"Antes de entender por qué se dio esta situación, nosotros creemos que hay que elaborar previamente un estudio que nos permita entender por qué tenemos una colonia de lobos marinos urbana en el río. Nostros ya entregamos una propuesta de investigación a la Intendencia que nos permita responder estas preguntas."
Finalmente, ante la pregunta de por qué se ha dado esta anómala conducta en los lobos marinos, Eduardo Jaramillo maneja dos hipótesis:
"La primera hipótesis que anda dando vueltas es que la construcción de la nueva costanera, habría afectado el hábitat natural que tuvieron los lobos durante muchos años; la segunda, es que se acabaron las carpas que son su alimento y los cisnes serían su nueva presa", sin embargo, recalcó Jaramillo, "sólo se trata de hipótesis."
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