La iniciativa, que es coordinada en la región por el Centro de Humedales (CEHUM) de la Universidad Austral, se realiza hace más de 50 años en todo el mundo en esta fecha y que tiene por objetivo realizar un catastro de estas aves y conocer su estado de conservación.
Durante los meses de febrero y julio, y en forma paralela en todo el mundo, se realiza el Censo de Aves Acuáticas en el que Chile participa desde la década de los 90 coordinados a nivel nacional por la Red de Observadores de Aves y Vida Silvestre (ROC). En Los Ríos, la actividad es liderada por Jorge Tomasevic, coordinador científico del CEHUM, quien explica que “con la ayuda de voluntarios, se visitan los lugares que están identificados para el avistamiento de aves, en este caso Chaihuín y Mehuín, y se contabilizan las distintas especies que es posible observar a través de telescopios especiales. Luego de eso se ingresan a una base de datos que está en línea en todo el mundo, llamada eBird”.
El investigador indicó además que los sitios oficiales están escogidos especialmente por su riqueza en diversidad de especies y que la información que se recopila es importante “ya que permite saber el estado de conservación de las aves y la cantidad de individuos que existen de especies como gaviotas, patos, taguas, pelícanos, chorlos, playeros y gaviotines, entre otros. Con estos datos podemos conocer si hay modificaciones en su población o si han tenido cambios en su distribución o desplazamiento debido a algún factor ambiental, y además permiten generar datos que apunten a la generación de políticas públicas para su protección”.
Todos pueden ser observadores
Jorge Tomasevic explica que se necesitan voluntarios para poder realizar esta medición y que cualquiera que tenga realmente interés puede ser observador. “Para nosotros es importante poder contar con una red de personas que sean observadores de aves que nos puedan colaborar en esta misión tan importante. Para ello sólo deben contactarnos y nosotros les indicaremos qué es lo que tienen que hacer”, señaló.
De todos modos, y fuera del marco del Censo, existen lugares ya identificados donde es posible avistar las diversas especies acuáticas que existen en nuestra región. Tomasevic, recomienda lugares para visitar en familia, como son río Lingue en Mehuín (desde el puente Negro hasta la desembocadura), el Santuario de la Naturaleza del Río Cruces, la desembocadura del río Chaihuín, Punta Curiñanco y la playa de Pilolcura, entre otros.
“En cualquiera de estos lugares, es posible realizar un excelente avistamiento de las aves que tenemos en la región, para lo cual sólo necesitas buenos binoculares, pero sobre todo paciencia para observar y escuchar con tranquilidad lo que comienza a suceder”, comentó.
Sobre el Censo
El Censo Neotropical de Aves Acuáticas comenzó en Europa en la década de los 60 como una reacción a la alarmante degradación y destrucción de humedales que tenían un efecto directo en la desaparición de estas especies. La coordinación a nivel mundial la realiza la organización Wetlands International. En Valdivia, el primer coordinador de este Censo fue el profesor Roberto Schlatter de la UACh en 1990, quien reclutó a los primeros voluntarios y determinó los sitios de avistamiento en la región.
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