El origen de Futrono como comuna tiene fecha clara; el 12 de julio de 1941, sin embargo la vida en este lado del lago Ranco se remonta a mucho más antiguo, siendo posible encontrar registros de varios viajeros que pasaron por Futronhue, Lifén, Huapi, la laguna de Magüe (Maihue) y otros lugares.
Siglos más adelante, a principios de los 1900, esta zona se hizo llamativa por el recurso que en ese momento significaba riqueza; la madera, siendo los bosques el oro verde que atrajo al capitalista y al trabajador que durante décadas avanzaron hacia las montañas para cortar los añosos coihues, robles y pellines para abastecer la demanda nacional de madera.
Así el rubro forestal fue la principal actividad económica de la comuna hasta bien avanzado el siglo XX, generando caminos, caseríos, puertos y comercio, siendo las instalaciones de MACORA (Maderas Comprensadas Ranco), conocida como “La Fábrica”, el último gran impulso de esta forma de desarrollo basado en la extracción del recurso forestal.
Una persona de Chabranco me dijo una vez “aquí se sacó madera como si nunca se fuera a acabar, hubo plata, pero se terminó la madera y se terminó la plata”, y esas palabras honestas resumen con claridad lo que pasó en Futrono durante más de 50 años de trabajo en la extracción de madera, sin mayor sentido de responsabilidad por los recursos naturales y el futuro de las comunidades locales, a fines de los años 90 ya había disminuido notablemente.
¿Qué hacer entonces para impulsar a Futrono hacia el futuro y no caer en el estancamiento? En forma casi natural llegó la respuesta; el turismo.
LO POSITIVO Y LO NEGATIVO DEL TURISMO
Futrono definió su vocación turística hace aproximadamente 25 años, y hoy existe un consenso general respecto a ello, reconociendo las ventajas que la actividad turística ofrece a quienes emprenden o desean emprender en el rubro, incluso hay una especialidad de turismo en el Liceo Rural de Llifén, sin embargo dentro del mencionado consenso general no se divisan claramente los impactos de esta actividad, quedando la sensación de que se enaltecen los logros pero no nos damos el tiempo ni las ganas de señalar las pérdidas.
Dando una mirada muy general es posible identificar los aspectos positivos y negativos del impacto turístico en la comuna de Futrono:
Entre los impactos positivos identificamos: el ingreso de divisas a la comuna mediante el comercio, lo que conlleva un aumento en la generación de empleos. Hay demanda por nuevos productos y servicios, como por ejemplo artesanías y tours de pesca o trekking, lo que estimula su creación. Las comunidades Mapuche han consolidado su lugar en la identidad local. Se generan oportunidades para que mujeres y jóvenes accedan a empleo o emprendimientos propios. Se evidencia un aumento en la valoración e identificación con el nombre de la comuna por parte de los residentes locales; ahora ser de Futrono es motivo de orgullo.
Es importante señalar los impactos ambientales positivos: hay una re-valoración de la belleza escénica de la comuna y una creciente conciencia de conservación de los recursos naturales. Se construye infraestructura (pública y privada) turísticamente atractiva como cabañas, miradores, señalética, caminos, fachadas de edificios públicos y privados.
Entre los impactos negativos del turismo se cuentan: la aparición de demanda externa por propiedades locales, lo que ocasiona que los pobladores locales vendan sus terrenos a foráneos y abandonen la comuna o se concentren en el área urbana de Futrono. Privados arriendan sus casas o cabañas a turistas sin inicio de actividades.
Aparecen y/o aumenta el consumo de ciertas drogas y su venta para los visitantes que las consumen. Aumentan los robos a casas y a personas por parte de delincuentes foráneos atraídos por el aumento de turistas.
Hay un aumento explosivo de vehículos y personas en la comuna. Generación de basura y residuos que no siempre se eliminan en forma responsable. Se denota un aumento de ruidos molestos producto del relajo y actividades de diversión de los visitantes. Hay alteraciones en el medio natural producto de la demanda por conocer estos espacios.
Mención aparte merece una amenaza que apareció en el último tiempo, los ya conocidos proyectos hidroeléctricos y su “carretera eléctrica” que significaría la instalación de una muy poco atractiva hilera de torres de metal a lo largo del territorio comunal.
En fin, a pesar de contar con muchas ventajas para consolidar el turismo aun somos una comuna que no ha ido más allá del puro potencial, prueba de ello es que no se ha logrado romper el principal problema para el desarrollo del turismo en la comuna; la estacionalidad, dependiendo de los tres meses de bonanza veraniega.
Los gobiernos comunales a su turno han impulsado acciones para romper la estacionalidad, como ferias, eventos, nueva infraestructura, firma de convenios con entidades de gobierno y privadas, sin embargo se extraña un mayor involucramiento de los empresarios y emprendedores turísticos, de quienes da la impresión que no han generado la solidez organizativa para impulsar el desarrollo sin ser dependientes de las voluntades de los gobiernos municipales de turno.
En los últimos días la Municipalidad destacó la firma de un convenio con la Cámara de Turismo, cuyo objetivo es “potenciar el turismo para nuestra comuna, con identidad y calidad de sus servicios que permita mejorar la calidad de vida de nuestros habitantes”. Es de esperar que este acuerdo sea el inicio de una nueva relación entre municipio y privados que les permita hablar de desarrollo mirándose a los ojos y no unos desde un pedestal y otros con los pies en el suelo, solo así se empezará a impulsar el desarrollo turístico en el corto y mediano plazo, es lo que espero como ciudadano y como futronino.
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