"A nivel internacional, reconocemos el día 8 de marzo como el “Día Internacional de la Mujer”. Muchas mujeres reciben flores y deseos de un "feliz día". Pero no muchos saben que los orígenes de ésta fecha, en realidad, no son románticos, sino políticos y sociales. Es a partir del año 1975 cuando las Naciones Unidas establece esta conmemoración como homenaje a todas aquellas mujeres que lucharon durante el siglo pasado para mejorar sus condiciones laborales, incluso dando la vida por esta causa.
Junto con estas demandas, surgieron las voces que pedían el derecho a sufragar. En Chile los movimientos feministas dan una dura pelea y a partir de los años 20 surge un intenso debate, en donde por un lado las corrientes anti clericales y de izquierda también se oponen por considerar que el voto femenino beneficiaba a las posiciones más conservadoras.
En el año 1934 se aprobó el voto femenino para las elecciones municipales y en el año 1949 se concedió derecho a voto en las elecciones presidenciales, siendo en el año 1952, la primera elección presidencial donde las mujeres pudieron ejercer este derecho.
A partir de estas reivindicaciones, el día 8 de marzo se transforma en un reconocimiento pero también una especie de alerta, para que hombres y mujeres podamos reflexionar en una sociedad más justa, que no discrimine, que no nos deje como ciudadanas de segunda categoría. Es una invitación a evaluar los avances, reconociendo todo lo que falta; entendiendo que lo que se busca es la igualdad de derechos, tanto en lo público como en lo privado.
Creemos que estamos inmersos en una era de modernidad sin límites, pero para muchos y muchas, los roles que se nos asignaron hace siglos, siguen siendo legítimos y seguimos teniendo que explicar, tanto en relaciones de nivel laboral como familiar, cosas tan sencillas como que “a igual trabajo igual salario”; o que los hombres no ayudan en las labores de la casa, son co-partícipes de ellas.
Nos queda mucho por avanzar, por eso la invitación es a que este 8 de marzo sirva para conversar estos temas, aclarar conceptos, reflexionar, educar con perspectiva de género desde la infancia, pero sobre todo para ir cambiando el lenguaje y el trato. Esta es la única forma que podremos comenzar a erradicar las “celebraciones” del día de la mujer con shows artísticos, que nada tienen que ver con el real sentido de esta conmemoración y caminar realmente hacia el reconocimiento de nuestras demandas y lograr la ansiada “igualdad de género”.
Marcela Suarez PDC Los Ríos
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