Se trata de las centrales Florín 2 y 3 que habían ingresado -originalmente- a través de una declaración. El servicio de evaluación no calificó el proyecto, obligando a ingresarlo a través de un estudio, por posibles efectos adversos significativos en los recursos naturales renovables.
La alcaldesa de Futrono, Sarita Jaramillo, reconoció la preocupación del municipio, porque la iniciativa afectaría a una zona con abundante especies nativas y que pretende ser potenciada como destino agroturístico.
Jaramillo señaló, que más allá del pronunciamiento que puedan presentar, no tienen mayores herramientas para impedir que se materialice éste y otros proyectos.
En su primera evaluación, los servicios públicos determinaron que la tala de 18 hectáreas de bosque nativo maduro afectaría el hábitat de 52 especies de fauna vertebrada nativa que se encuentran bajo algún tipo de amenaza de conservación, entre ellas especies en peligro de extinción y otras catalogadas como inadecuadamente conocidas, como es el caso de la ranita de Darwin, el sapo verrugoso y el concón.
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